Los derechos de los niños y las niñas es un tema que suele abordarse con frecuencia, pero ¿realmente se respetan?
Lágrimas de Agua Dulce es una obra de teatro que apela a eso, al respeto a la infancia. Que nos invita a pensar en el otro, en esos niños cuya única preocupación debería ser vivir el presente, jugar e imaginar un futuro lleno de aventuras; aunque no siempre es así…
En De10.mx platicamos con Isabel Raigosa, quien forma parte de esta puesta en escena. Nos comentó que la historia se desarrolla en un pueblo “en el que hay una gran escasez de agua y hay una niña pequeña, Sofía. Ella es 'bulleada' por sus compañeros porque llora lágrimas de agua dulce, cuando en la realidad todos lloramos agua salada”.
Uno de los amigos de la pequeña señala que, como sus lágrimas no son saladas, éstas se podrían tomar como agua potable. Además, el pequeño cree que se matarían dos pájaros de un tiro, ya que por un lado, todos dejarían de molestar a Sofía por ser “diferente” y de paso, se resolvería el problema de escasez de agua.
Si fueras el padre de Sofía… ¿qué harías? ¿accederías o te negarías?
Aunque la historia es ficticia, toca un tema muy fuerte: la explotación infantil. Pero lo peor, es que en este caso, el problema se genera desde el seno familiar, cuando el padre de la menor, quien está lleno de deudas, debe tomar una decisión: ¿“el bien común” o su hija?
Isabel nos comentó que en la obra “al principio se toca mucho el tema del bullying hacia Sofía, porque “es diferente”, aunque esa diferencia luego será vista casi casi como un milagro. También se aborda el abuso infantil y esa lucha de poderes entre la iglesia y el Estado”. Ésto último, porque no hay un acuerdo entre quién debe ser quien maneje las ganancias que se están generando con las lágrimas que aporta la niña.
Aunque los temas que se abordan son duros, esta es una obra de máscaras que está dirigida a toda la familia, incluso, los niños de 6 años en adelante pueden disfrutarla sin problema.
Isabel, quien da vida al alcalde del pueblo y a Mateo (amigo de Sofía), destacó que una de las grandes bondades de esta puesta en escena es que no hay cuarta pared. “No hay nada que divida al espectador de los actores, entonces los niños pueden participar e involucrarse con la historia. A veces las cosas se modifican dependiendo de lo que los pequeños nos digan. Eso, como actriz, es muy enriquecedor porque además te obliga a escuchar e improvisar, no solo a seguir una línea de trabajo de lo que se ha ensayado”, señaló.
Indicó que uno de los objetivos de este trabajo es hacerle saber a los niños que “no tienen que sentirse forzosamente aceptados por los adultos, que ellos mismos, aunque todo esté en contra, deben alzar la voz por sus derechos”.
El elenco de este proyecto está integrado por Diana Becerril, Iván Blumen, Uriel Ledesma, Adriana Palmero, Rocío Ramírez, Yad Velázquez y Carlos Verduzco, bajo la dirección de Mauricio Pimentel.
Si tienes ganas de verla, se presenta los sábados y domingos a las 13:00 horas en la Casa del Teatro, ubicada en Vallarta #31-A, esquina Venustiano Carranza, Plaza de la Conchita, Colonia Del Carmen, en Coyoacán. La temporada concluye el 25 de junio.
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