El 21 de agosto de 1911, el cuadro posiblemente más famoso de la historia, la Mona Lisa desapareció del Museo de Louvre y aunque fue recuperado dos años después en Florencia, nunca se supo quién ni cuál fue el móvil que motivó el “robo” de la obra de Da Vinci.
De ese robo se sabe que el autor material fue un obrero italiano muerto en 1925, Vincenzo Peruggia, que había trabajado en el Louvre, así que logró sacar el cuadro sin problema alguno. Este hombre fue detenido dos años después en Florencia cuando intentaba vender la pintura al anticuario Alfredo Geri, quien dio el pitazo a la policía. El ladrón aseguró que había actuado en solitario para devolver la Monsa Lisa a su país de origen, de donde creía había sido robada.
Si bien el ladrón siempre ha estado claro, nunca ha quedado confirmado quién fue el autor intelectual, y aunque no lo creas, uno de los principales sospechosos era el pintor español Pablo Picasso, además del poeta francés Guillaume Apollinaire, potenciales interesados en destruir la obra. ¡Wow!
Apollinaire fue un asiduo defensor de la quema de obras maestras, por ello fue detenido y encarcelado en la prisión de La Santé de París, mientras que Picasso fue interrogado por la policía, pues era un apasionado del arte primitivo y la policía creía que había sido su idea.
Picasso y Apollinaire eran entonces unos jóvenes y la policía no tenía pistas concluyentes. Con el paso del tiempo, este robo terminó dirigido hacia el aristócrata argentino Eduardo de Valtierro, quien había hecho pintar seis copias del cuadro a un falsificador con el objeto de estafar a otros millonarios, a ver quien tenía la obra.
SI bien para ese momento, la Mona Lisa ya era muy conocida, fue gracias al robo que se hizo popular en diferentes estratos.
"La Joconde”, como le llaman los franceses a la Mona Lisa, desapareció por más de dos años. Fue recuperada el 10 de diciembre de 1913, cuando Peruggia fue atrapado.
"Era el robo de propiedad más famoso en tiempos de paz", señala Noah Charmey, autor de "Los robos de la Mona Lisa".
Desde aquel momento, el Louvre tenía ya muchas visitas, pero la Mona Lisa no era uno de los cuadros más vistos. El robo se convirtió prácticamente en un asunto de Estado y despertó grandes pasiones en Francia, pero el acto no había sido un hurto de grandes proporciones, pues Peruggia había hecho un trabajo muy discreto.
Tras este famoso hurto, que se olvidó rápidamente cuando inició la Primera Guerra Mundial, el cuadro sólo ha salido de Louvre en dos ocasiones más para exponerse en Estados Unidos en 1962 y a Moscú y Tokio en 1974.
La razón de que la Mona Lisa esté en Francia y no en Italia es que Francisco I se la compró a Da Vinci en 1517. El lienzo pasó a la residencia real de Fontainebleau y luego Versalles, hasta su instalación definitiva en el Louvre tras la Revolución.
Con información de la BBC, Curiosidad y Muy Interesante