El 31 de marzo de 1995 ocurrió algo que conmocionó al mundo de la música: Selena Quintanilla había muerto. La noticia se regó como pólvora, pues a la cantante de 23 años le habían disparado. ¿La responsable? Yolanda Saldívar.
Ya pasaron 24 años desde ese día y la responsable se encuentra en prisión. Las versiones han sido tantas y tan variadas, que seguimos sin comprender las razones que la llevaron a quitarle la vida a su ídolo. Cualquiera pensaría que Yolanda es una mujer desequilibrada y enferma, aunque quienes la conocían de tiempo atrás, afirmaban que era una mujer buena, trabajadora y ejemplar.
Nació el 19 de septiembre de 1960 en San Antonio, Texas, en Estados Unidos. Asistió a la Escuela Kennedy, pero la pasaba muy mal. Le era muy difícil hacer amigos, pues sus compañeros se burlaban de ella debido a su aspecto físico y ella prefería aislarse.
En 1985 fue aceptada en la Universidad de Texas; cinco años después se recibió como Licenciada en Ciencias de Enfermería. Quienes la conocieron de cerca afirman que en ese momento ella vivía obsesionada con la idea de perder peso, pues no estaba a gusto con su aspecto físico.
Contaba con su licencia como enfermera y comenzó a ejercer su profesión. Nunca se casó, así que su tiempo lo ocupaba casi en su totalidad en su trabajo. Aunque era una enfermera ejemplar y apreciada en los hospitales en que prestaba sus servicios, comenzó a tener problemas legales. Primero, un médico la demandó por robo y luego la demandaron por no pagar un préstamo estudiantil.
Yolanda Saldívar era catalogada como una buena persona, entre sus allegados. (Foto: Archivo El Universal)
Yolanda trabajaba como enfermera para ganarse la vida, pero poco a poco fue perdiendo la pasión en lo que hacía. La música tejana le agradaba, así que decidió ir a una presentación de Shelly Lares. Se acercó a la cantante con la intención de iniciar un club de fans, pero Fred, padre de la cantante, la rechazó.
Selena Quintanilla no le gustaba tanto, pero sus amigos la animaron para que intentará crear el club de fans para ella. Usó la misma técnica: asistió a un concierto y llamó insistentemente al padre de la artista, Abraham Quintanilla para hacerle la propuesta del club. El padre de Selena aceptó y Yolanda se convirtió en la presidenta del grupo de fanáticos.
Para 1993, el club de fans ya tenía 1,500 miembros y en menos de cuatro años llegó a contar con más de 5,000 personas. En el área de San Antonio, Texas, era uno de los grupos más numerosos y exitosos. El trabajo que Saldívar hacía era apreciado enormemente por la cantante. Selena confiaba en ella y la quería como a una amiga, hasta la consideraba parte de la familia.
Fue tal la confianza que ganó Saldívar, que en 1994 Selena la convirtió en administradora de sus boutiques. Sin embargo, la familia Quintanilla comenzó a notar movimientos sospechosos en sus cuentas, por lo que sospechaban que Yolanda les estaba robando.
El detonante del asesinato habría sido el miedo a que Selena la despidiera, el ir a prisión. La mujer compró un revólver calibre 38 y se hospedó en la habitación 158 del Hotel Days Inn en Corpus Christi, donde se reuniría con la intérprete de Amor Prohibido, a fin de entregarle unos documentos.
Para llamar su atención, Yolanda le dijo a Selena que había sido violada. La cantante la acompañó al médico, quien indicó que Saldívar había mentido. Ambas discutieron fuertemente y Selena le dijo que no quería saber nada más de ella. Yolanda le disparó a la “reina del Tex-Mex” por la espalda. La bala entró por su hombro derecho afectando una arteria principal y dejándola herida de muerte. El resto es historia…
Luego de atrincherarse por horas a bordo de una camioneta pick up, Yolanda fue detenida y sometida a juicio. Fue sentenciada a cadena perpetua, pero el 1 de abril de 2025 podría ser elegible para acceder a libertad condicional.
Con información de Univisión y ABC Noticias
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