Aunque Freddie Mercury hizo historia en la industria de la música y nadie puede negar su talento. Al hablar de su vida es inevitable tratar el tema de la enfermedad que lo mató. En una época donde el VIH estaba rodeado de prejuicios, el cantante se convirtió en un símbolo de esperanza y tragedia.
El día de hoy la leyenda musical habría cumplido 73 años, aunque ahora hablaremos de la dura batalla que libró contra el SIDA, que vimos brevemente en la biopic Bohemian Rhapsody.
En 1987, el cantante comenzó a preocuparse. Se había enterado de que varios de sus ex amantes habían perdido la vida ante el SIDA y decidió hacerse una prueba para despejar las terribles sospechas que tenía. El resultado fue positivo y el mundo de Freddy Mercury se desplomó.
A partir de ese momento se recluyó en su casa de Londres, que poco a poco se convirtió en una clínica. Aún desde el aislamiento, seguía componiendo.
Uno de los pocos que sabía la verdad sobre el diagnóstico de Freddie en aquella etapa era su gran amigo, Elton John. “Me rompió el corazón ver a esta luz absoluta en el mundo ser devastada por el SIDA”, explicó Elton, años después de la muerte de Mercury.
La verdadera relación entre Freddie Mercury y su familia
Luego de la gira A kind of Magic, Queen se tomó dos años de descanso antes de regresar a la música con The Miracle, álbum publicado en 1989. En esa época comenzó a notarse el deterioro del vocalista y la prensa y los fans buscaban desesperadamente pistas sobre su estado de salud.
En ese momento, los miembros de la banda no sabían lo que sucedía. De acuerdo con Brian May había una “regla implícita” de no tocar el tema de la salud de Freddie y sus compañeros la respetaron.
Pero el declive era evidente; Mercury cada vez concedía menos entrevistas y Queen dejó de producir videos musicales. Cuando los rumores ya circulaban con el público, Freddie convocó a los miembros de la banda a una reunión.
Roger Taylor dijo que Freddie simplemente les explicó: “Probablemente saben cuál es mi problema. Lo es, y no quiero que marque ninguna diferencia”. Esa fue la única conversación que Queen tuvo sobre la salud de su vocalista, pero el daño ya estaba hecho.
Los dolorosos últimos días de Freddie Mercury
En los últimos meses de su vida, Freddie Mercury tenía dificultades hasta para hablar. Por eso, la letra de temas como The show must go on y These are the days of our lives fueron creados en colaboración con Brian May y Roger Taylor, debido a que el vocalista ya no podía verbalizar correctamente.
El 18 de febrero de 1990, Freddie hizo su última aparición en público. Durante los Brit Awards, el cantante acompañó al resto de Queen sobre el escenario mientras recibían un premio.
A pesar de todo, Mercury hacía un enorme esfuerzo por mantener la alegría que lo caracterizaba. El 30 de mayo de 1991, el cantante apareció en el videoclip de These are the days of our lives. A pesar del maquillaje y de que se grabó en blanco y negro, el video ya evidenciaba el deterioro de la estrella.
El 23 de noviembre de 1991, Freddie lanzó una declaración pública en la que finalmente confesaba su enfermedad. “Sentí que era correcto mantener esta información en privado para proteger la privacidad de los que me rodeaban”, escribió el cantante.
“Ha llegado el momento para que mis amigos y fans alrededor del mundo sepan la verdad y espero que todos se me unan a mí, mis doctores y todos en el mundo, en la pelea contra esta terrible enfermedad”, dijo Mercury.
Mary, el verdadero amor de Freddie Mercury
En sus últimos días, como lo describió Elton John, Freddie ya estaba casi ciego, su cuerpo tenía muchas cicatrices y ya no tenía fuerzas para levantarse.
Brian May reveló que el pie de Freddie Mercury estaba carcomido por la enfermedad. En una ocasión, durante una cena, Freddie le mostró el daño a Brian, pero después se disculpó, porque creía que el guitarrista se había sentido apenado por la situación.
“Le dije: No estoy molesto, Freddie, excepto por darme cuenta de que tienes que soportar todo este terrible dolor", explicó May.
El día después de que la declaración fue publicada, Mercury murió en su casa en Kensington. Sus fans crearon un altar improvisado afuera de la propiedad, con mensajes de apoyo escritos en las paredes con aerosol.
Con información de La Tercera, ABC, LAD Bible y Enterteinment
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