Adolf Hitler ha pasado a la historia como uno de los mayores genocidas. Su liderazgo e ideas desataron una guerra mundial que dejó millones de personas muertas; pero hay una etapa en su vida que pocos conocen: su Infancia.
Hitler nació el 20 de abril de 1889 en Braunau am Inn, Austria. Fue el cuarto de seis hijos de una devota familia católica, era un niño muy apegado a su madre, pero tenía que sufrir las constantes golpizas de un padre alcohólico. Aquí en De10.mx te contamos los detalles…
Alois Hitler fue el padre de uno de los mayores genocidas de la historia mundial. En el libro Mein Kampf (Mi Lucha), Adolf señala: “mi padre era un leal y honrado funcionario”. Es claro que le tenía respeto, pero no lo idolatraba como a su madre.
Adolf Hitler. (Foto: Wikimedia Commons)
Podríamos definir al padre de Adolf Hitler como un alcohólico y adúltero, pero vamos más atrás. Alois nació en 1837 en un sucio pajar; creció sin saber quién era su padre y fue criado por un familiar. Mantuvo el apellido de soltera de su madre, Schickelgruber, hasta que su tío Johann George Heidler lo registró como su hijo, pues el hombre estaba a punto de morir y necesitaba alguien a quien heredar sus bienes. Lo curioso es que un fallo en el registro cambió el apellido a Hitler.
¡Todos fracasaron! Los múltiples atentados contra Adolf Hitler
Alois Hitler. (Foto: Wikimedia Commons)
A pesar del origen campesino de Alois, gracias a su obsesión por prosperar y a su trabajo estricto, logró convertirse en funcionario del Servicio Imperial de Aduanas; se convirtió en un hombre frío y calculador, pero con una escasa estabilidad personal.
En 1860 tuvo una hija ilegítima. En 1873 se casó con una mujer 14 años mayor que él y con una gran fortuna, pero le era infiel con una sirvienta llamada Franziska. Cuando su esposa le pidió el divorcio se casó con Anna, quien murió poco tiempo después por una enfermedad. Luego, Alois se casó con Klara Pölzl (nieta de su tío) y fruto de esa relación nació Adolf Hitler.
Alois dejó las aventuras extramaritales, pero no la bebida. En el libro Mi Lucha, Hitler habla sobre las condiciones de vida de una “familia de trabajadores anónima con muchos hijos”, aunque es claro que hablaba de la suya: “A menudo la mujer y los hijos se contaminan de esa vida… Resulta que en dos o tres días se consume en casa el salario de toda la semana. Se come y se bebe mientras el dinero alcanza, para después de todo soportar hambre durante los últimos días. Surgen disputas y escándalos en una medida tal, que cuanto más se aparta el marido del hogar más se acerca al vicio del alcohol”.
La violencia fue el otro problema al que Adolf Hitler se enfrentó. Alois golpeaba a su hijo cuando consideraba que éste la había desobedecido, parecía que el pequeño Adolf era el objeto de la cólera de su padre.
¿Qué pasó con el cadáver de Adolf Hitler?
Adolf Hitler. (Foto: Wikipedia)
El propio Adolf Hitler admitió que su padre le daba severas palizas cuando regresaba enojado del trabajo y que su madre sentía pavor cada vez que Alois agredía a los niños. Pero un buen día, Adolf se cansó de los golpes… Cuando vivían en Leonding, decidió no llorar más cuando su padre lo azotaba, eso sorprendió tanto a Alois que dejó de golpearlo. Fue en ese momento que su vida cambió y dejó de ser maltratado.
Debemos destacar que muchos historiadores han señalado que esta situación no trastornó a Hitler. Ron Rosenbaum señala en Explicar a Hitler: Los orígenes de su Maldad, que esta situación de violencia desde el padre era “habitual” en la época y que la infancia traumática que tuvo Adolf Hitler, no justifica sus actos.
Con información de ABC y Muy Historia.
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