En 1992, un vendedor de antigüedades llamado Michael Barrett, anunció que había encontrado un documento valioso, un diario de unas 900 páginas que había sido escrito por un comerciante victoriano de Londres, un vendedor de algodón que respondía al nombre de James Maybrick, en donde confesaba que él era Jack, El Destripador.
El hallazgo parecía resolver uno de los misterios criminales más grandes de la historia, pero unas semanas después sin más, Barrett dijo que era un fraude, aunque tiempo más tarde se desdijo de nuevo.
Sin embargo, ahora un libro publicado por Robert Smith, editor londinense, contiene la publicación de aquel diario de los 90 y asegura que siempre creyó en su autenticidad, pero no muchachos, eso no es todo.
Smith asegura que tiene pruebas fehacientes para confirmar que el diario fue encontrado durante las obras de reforma, realizadas en la que fue la vivienda de Maybrick, incluso cuenta con el testimonio de los dos trabajadores que lo hallaron.
De acuerdo con Quo, este diario pertenece a ese vendedor de opio que confesaba ser autor de la muerte de cinco prostitutas, las atribuidas a Jack, el Destripador, además de otra en Manchester. El problema es que aunque se verificara la identidad del diario ¿cómo se podría comprobar que él era el responsable de dichas muertes? Más aún, que en efecto era Jack, el Destripador.
El volumen consta de nueve mil palabras y lo que podría ser interesante es que en él, Maybrick, describe los asesinatos a detalle, demasiado precisos para alguien que no hubiera cometido los crímenes, pero pese a esto, jamás hubo evidencias para confirmar la autenticidad del diario.
Michael Barrett, el comerciante, afirmó que había obtenido el escrito por un amigo de la familia Tony Deveraux, pero éste murió antes de que pudiera resolver la procedencia, de acuerdo con Muy Interesante
Smith, quien publicó el diario en 1993, cree que Barrett mantuvo en secreto su procedencia porque temía ser procesado. "Cuando el diario surgió, Michael Barrett se negó a dar una explicación satisfactoria acerca de dónde había venido." dice Smith.
Algunos historiadores aseguran que el diario es auténticamente victoriano, pues en la caligrafía se puede observar la variación de flujo, las presiones de la tinta y la sombra de ésta.
James Maybrick
James Maybrick era un comerciante rico que murió en 1889, un año después de los asesinatos de Whitechapel. Vivió en una gran propiedad, conocida como Battlecrease Hoyse, en el suburbio de Merseyside de Aigburth, donde habría sido encontrado.
Quienes conocían al comerciante creían que era en realidad muy fantasioso, así que no hay una confirmación 100% segura de que haya sido el responsable de los crímenes, pero la sospecha está plantada. ¿Tú qué piensas?