En este 2021 se cumplen 26 años del asesinato de la "reina del Tex-Mex", Selena Quintanilla, cantante que se convirtió en leyenda y cuya música se mantiene vigente entre millones de personas que aún la recuerdan y cantan sus canciones. Desde su muerte, ocurrida el 31 de marzo de 1995, se han realizado diversos proyectos para preservar el legado de la artista, desde un museo, películas y series.
La más reciente es Selena: La Serie la cual es protagonizada por Christian Serratos y producida por Netflix, la cual contó con la autorización de la familia Quintanilla para su grabación. Pero sin duda, la película de los 90, protagonizada por Jennifer López, ya es icónica; se estrenó en 1997 y se convirtió en un suceso mundial, pero estuvo ligada a otra tragedia: el brutal asesinato de Gloria de la Cruz (o Leticia Miller, que era su nombre artístico), quien era conocida como la “doble de Selena” y que pudo haber sido la mejor opción para protagonizar la película sobre la “reina del Tex-Mex”.
Selena Quintanilla. (Foto: Dave Einsel/Houston Chronicle via AP)
Era el año de 1995, y apenas unos meses después del asesinato de la cantante originaria de Texas, comenzaron los preparativos para su película, en la que se contarían los pormenores de su vida. Se buscaba capitalizar esta tragedia y de paso, rendir homenaje a la mujer que abrió camino para que otras latinas entraran al mercado estadounidense.
Había casas productoras que planeaban producir versiones no autorizadas, por lo que la familia de Selena, los Quintanilla, rápidamente tomaron las riendas de la cinta, la cual fue dirigida por Gregory Nava.
Al casting acudieron más de 20,000 actrices y admiradoras que deseaban encarnar en la pantalla grande a la intérprete de Como la flor, así que la selección resultó sumamente complicada.
Antes de elegir a una, entonces desconocida, Jennifer Lopez, se llegó a contemplar la participación de figuras como Salma Hayek o Bibi Gaytán, pero había otra chica que resaltaba entre todas por su sorprendente parecido físico con Selena Quintanilla: Gloria de la Cruz.
JLo se quedó con el papel de Selena. (Foto: Warner Bros.)
Gloria de la Cruz era una joven originaria de California (algunos medios señalan que tenía 18 años de edad) y era conocida localmente como la "doble de Selena”.
Esta joven, que usaba el nombre artístico de Leticia Miller, audicionó para el papel y aunque su parecido con la cantante era evidente y llamó la atención de todos, no fue considerada para avanzar en el proceso de selección (aunque ella habría declarado que se había quedado con el papel) y el protagónico finalmente se lo quedó Jlo.
Sin embargo, el nombre de Gloria de la Cruz se haría famoso más tarde, debido a que fue brutalmente asesinada.
Selena, el día que la "reina del Tex-Mex" fue asesinada por una fan
Gloria de la Cruz / Leticia Miller. (Foto: YouTube Super Tejano Radio)
Algunos meses después de su audición, el cuerpo de Gloria de la Cruz fue hallado al interior de un contenedor de basura en Los Ángeles. Los reportes de la prensa señalaban que la joven había sido extrangulada y que su asesino le había prendido fuego al cadáver.
El 21 de abril de 1996, esta chica que vivía en la comunidad de El Río cercana a la ciudad de Oxnard, fue vista en una fiesta con unos amigos, y al día siguiente, su cuerpo calcinado fue hallado en el distrito de Wilshire.
Este asesinato que conmocionó a la comunidad latina de Los Ángeles, fue cometido por Corrie Robinson, quien habría sido pareja de la víctima.
De acuerdo con el diario Los Ángeles Times, Robinson abusó sexualmente de Gloria en el garaje de su abuela, en Oxnard. Luego la asfixió y colocó su cadáver en el maletero de su auto y manejó hacia Wilshire, en Los Ángeles.
El agresor colocó el cuerpo de la joven en un contenedor de basura, lo roció con gasolina y le prendió fuego. Los restos estaban tan dañados que las autoridades tardaron 17 días en identificar a la víctima.
Gloria de la Cruz / Leticia Miller. (Foto: Facebook Selena Quintanilla MX)
Robinson, quien tenía un historial de violencia de género, fue arrestado en enero de 1997 y, aunque negaba las acusaciones, las autoridades hallaron su ADN y rastros de su semen y su sangre en el cadáver de la víctima.
En 1999, Corrie Robinson fue sentenciado a cadena perpetua, sin la posibilidad de obtener su libertad condicional.
Con información de El Comercio.
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