La presencia de Francisco I. Madero fue vital en el proceso de democratización mexicana, su pronunciamiento contra el régimen de Porfirio Díaz desencadenó la Revolución Mexicana. Un hombre sencillo e idealista, de firmes convicciones democráticas y sincera preocupación social, quiso superar mediante las urnas la anquilosada dictadura de Díaz, presentando su candidatura como cabeza del Partido Antirreeleccionista en los comicios de 1910. Sin embargo, tras ser detenido en plena campaña electoral y verse forzado al exilio, llamó al levantamiento popular que dio origen al movimiento revolucionario.

Miembro de una acaudalada familia de terratenientes e industriales, Francisco I. Madero recibió una esmerada educación en Francia y en Estados Unidos. A su regreso a México en 1892, se estableció en San Pedro de las Colonias y se hizo cargo de parte de la hacienda familiar, etapa en que se puso de manifiesto su espíritu progresista y emprendedor: modernizó los sistemas de cultivo y de riego, debido a que estudió Agricultura en Maryland; y se esforzó en mejorar la situación de sus trabajadores.

Aunque ya por aquellos años albergaba ideales democráticos y de reforma social, así como una preocupación por las condiciones de vida de los campesinos, no empezó a participar activamente en la vida política hasta muchos años después.

Este es un recuento de la vida de Madero, en 10 acciones que lo colocaron al frente de México ¡Ven a checarlas en la galería!

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