Uno de los monumentos históricos más importantes de México es el Monumento a la Revolución, el cual puedes visitar desde los cimientos hasta la linternilla, que es la parte más alta del edificio, sin embargo, se trata de una construcción incompleta. En De10.mx te contamos los detalles…
La historia del Monumento a la Revolución comenzó en 1906, cuando Porfirio Díaz convocó a un concurso internacional para realizar uno de los más grandes y lujosos Palacios Legislativos del mundo, como parte de la conmemoración del centenario de la Independencia de México.
(Foto: Cortesía Archivo Carlos Villasana/El Universal)
Fue el arquitecto francés, Émile Bénard, quien ganó el concurso y se le otorgó el proyecto del Palacio Legislativo Federal. El edificio ocuparía todo lo que conocemos como la Plaza de la República.
Porfirio Díaz logró poner la primera piedra para que arrancara la construcción. Cuando se iniciaron las guerras revolucionarias, todo se complicó y los recursos comenzaron a escasear, así que la obra fue suspendida en 1912. En ese entonces quedó abandonada su estructura metálica de más de 14 mil metros cuadrados, así como el trabajo artesanal en los remaches de la estructura.
Este era el proyecto original del Palacio Legislativo mexicano. (Foto: Museo Nacional de la Revolución)
Cuando acabó la Revolución Mexicana, Émile Bénard quiso rescatar el proyecto y le presentó a Álvaro Obregón una adaptación de la estructura, en la que ya no se trataría de un recinto legislativo, sino de un panteón para los héroes del movimiento. Este intento tampoco prosperó, debido a la muerte de Obregón.
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Para 1933, el arquitecto mexicano Carlos Obregón Santacilia, rescató el proyecto que llevaba abandonado casi 20 años. Él creó un nuevo concepto en el que combinó el Art Decó con elementos de grandes proporciones.
A este proyecto se unió el escultor Oliverio Martínez, quien creó las cuatro columnas del monumento, las cuales representan:
- La Independencia
- La Ley Agraria
- La Ley Obrera
- La Ley de Reforma
Aquí también yacen las criptas de Venustiano Carranza, Francisco I. Madero, Plutarco Elías Calles, Francisco Villa y Lázaro Cárdenas. En 2010 el Monumento a la Revolución fue remodelado con motivo del centenario de la Revolución Mexicana.
Así fue que este monumento que serviría para validar el poder de Porfirio Díaz nunca se terminó y se transformó en un símbolo de la Revolución Mexicana y la derrota del dictador, el 25 de mayo de 1911.
Este emblema de México se encuentra en la Plaza de la República s/n, en la colonia Tabacalera, Alcaldía Cuauhtémoc, en la Ciudad de México. No olvides que puedes conocer su mirador, visitar sus cimientos y recorrer su museo.
Con información de National Geographic y BBC.
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