Una caricatura: unos pantalones blancos acampanados, una camisa blanca con brillantes y mangas anchas, la capa dorada que simula a un superhéroe, un estómago abultado y el dejo de tristeza en la mirada; del Elvis de “Hound Dog” nada queda. Este es el nuevo , un personaje en declive, las pastillas para dormir y los antidepresivos marcan su ritmo. Los discos recientes no han tenido el éxito esperado, la soledad está acabando con el hombre cuyas caderas marcaron la cadencia de la juventud de los 60.

Era un 26 de junio de 1977 y Elvis Presley estaba en el escenario para dar el que sería el último concierto de su vida en el Marquet Square Arena de Indianápolis. Sólo dos meses después, el 16 de agosto a las 14:20 horas, “El Rey del Rock” fue encontrado en su mansión de Graceland con una falla cardiaca, que nunca se supo si había sido resultado de un suicidio, una sobredosis accidental o una muerte natural.

Durante su última presentación sobre un escenario, Elvis Presley hizo un repaso, como hacía desde los últimos años, sobre los discos que le dieron el éxito que lo colocó como el mayor vendedor del país, interpretaba Jailhouse Rock, Blue Suede Shoes, All Shook Up, My Way y Always in my mind con un ritmo desigual y su voz se perdía entre los efectos del alcohol.

Sin embargo, Elvis nunca dejó de ser talentoso y lo mostró cuando esa inolvidable noche se sentó al piano para tocar como nunca antes su versión de Unchained Melody, la magia y la buena música se hicieron presentes por unos minutos. El Rey había vuelto.

Elvis Presley fue el mayor exponente de la música country, soul y góspel, pero el divorcio de la que fue la mujer de su vida, , la muerte de su madre, de la que nunca se recuperó, y una ola creciente de nuevos artistas, estaban a punto de romper al cantante, que sin aliento estaba a nada de perder la batalla contra la vorágine de la industria musical.

Durante el concierto, para el que las entradas se agotaron a las pocas horas que salieron a la venta, Elvis lucía hinchado, casi al borde del fracaso y no porque fuera un mal músico, pero las razones del declive lo habían colocado en el suelo del rock.

El día que fue encontrado sin vida, Elvis tenía en su mesa de noche  un boleto para Portland, el siguiente lugar en el que se presentaría como parte de su tour.

"El Rey" había muerto y nuevos Reyes estaban ansiosos por reclamar el cetro. La leyenda murió mucho antes que ese 16 de agosto y el concierto de junio de 1977, es la terrible prueba…

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