La reina Isabel II subió al trono tras la muerte de su padre, el rey Jorge VI, en 1952 cuando solo tenía 25 años. Desde entonces ha sido la cabeza de la monarquía británica por 69 años. Durante su reinado ha visto y se ha enfrentado a todo, pero ha logrado mantener en buena posición a su familia, situación que no podría hacer su hijo, el príncipe Carlos.
El heredero a la corona actualmente tiene 73 años de edad y está casado con Camila, duquesa de Cornualles. Una de las parejas menos queridas en el mundo, por lo que, si se coronan como el rey y la reina de Inglaterra, la realeza y toda su descendencia estaría en peligro.
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Clive Irving escribió la biografía The Last Queen: Elizabeth II’s Seventy Year Battle to Save the House of Windsor (La última reina: 70 años de batalla de Isabel II para salvar la casa Windsor), en donde analiza cómo el mundo y la joven Lilibeth cambiaron desde el día de su coronación en 1952. En el texto relata que no hay manera que el príncipe Carlos llene los zapatos de su madre y, peor aún, en el intento llevaría a la corona a su fin.
Para Irving el hecho de que la soberana haya mantenido unida la monarquía durante tanto tiempo “es asombroso”, pues cada vez se ha vuelto más rara y obsoleta. Ha tenido éxito porque siempre hay un misterio alrededor de ella a pesar de ser una figura pública. Sabes que conoces a la reina, pero en realidad ni The Crown de Netflix se acerca.
Su libro se titula “La última reina”, por dos razones, la primera porque sus siguientes tres herederos son varones, y a menos que pase una desgracia o que vivas más allá del príncipe George, no habrá otra mujer gobernando en varias décadas. La otra es porque Carlos puede destruir todo el trabajo de su madre en menos de un año.
El príncipe Carlos creció con la mentalidad de que algún día sería rey, siempre se le dijo qué hacer, cómo manejar las cosas y hasta lo presionaron para casarse y tener herederos. Esas características según Clive no representan autoridad.
“De alguna manera, Carlos parece mayor que la reina. Es un hombre más apropiado para el siglo XVIII que para el XXI. Ese es su estilo deliberado y elegido, como un hermano menor de la reina en lugar de un hijo”, el heredero no es una representación del mundo moderno. Imagen que se ha reforzado con la serie The Crown, donde lo relatan como un niño mimado, sin opiniones propias y que solo está preocupado por sí mismo.
Los años 90 no fue una buena década para el príncipe Carlos, pues el mundo se puso en su contra después de que se diera a conocer que engañó en infinidad de ocasiones a la princesa Diana, la cual tenía y tiene mejor popularidad que él. A eso, se le añadió el hecho de haberse casado con Camila, duquesa de Cornualles, la tercera en su matrimonio.
La mayoría de los británicos no desean ver sentada en el trono a Camila, posición que para ellos, a pesar del paso de los años, debió ocupar Lady Di. Ahora solo queda esperar si los siguientes reyes serán el príncipe William y Catherine, o si Carlos y su esposa subirán al trono y el mundo le dará la espalda a la monarquía británica.
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