José María Morelos y Pavón nació en la ciudad de Valladolid, hoy Morelia, el 30 de septiembre de 1765.

De familia humilde, aprendió de su madre las primeras letras y aún siendo muy joven trabajó conduciendo una recua de la Ciudad de México a Acapulco. Casi con 30 años de edad, ingresó al Colegio de San Nicolás, en su ciudad natal, donde conoció a Miguel Hidalgo, entonces rector de la institución.

Con Hidalgo como líder, el 16 de septiembre de 1810 inició la Guerra de Independencia; fungió como su lugarteniente.

La actividad insurgente de Morelos duró cinco años, a lo largo de los cuales fue capaz de desarrollar cuatro campañas militares, además de una obra política, doctrinal y administrativa en la que se recoge un pensamiento avanzado, innovador y cargado de sentido popular y social, lo que lo colocó como uno de los personajes principales de la revuelta.

A Morelos se le reconoce un incipiente genio de estratega militar, despiadado y cruel en algunas ocasiones, pero capaz de enfrentarse y doblegar a los ejércitos realistas superiores en número, bajo el mando del temible español Félix María Calleja.

Es Morelos quien estableció la división de poderes en legislativo, ejecutivo y judicial, así como la educación obligatoria y gratuita. Fue nombrado Generalísimo por el Congreso que poco más tarde le retiró el mando militar.

En septiembre de 1815, el Congreso se vio obligado a emigrar de Uruapan, ciudad donde se encontraba en ese momento, debido al constante acoso del Ejército Realista en aquel lugar. Morelos decidió trasladarlo a Tehuacán, bastión dominado nuevamente por los insurgentes para esas fechas.

En el recorrido, las tropas virreinales, quienes acampaban en el municipio de Tenango del Río, recibieron la noticia de que los insurgentes se encontraban siguiendo la ruta del río Mezcala con dirección a Tehuacán. La caravana encabezada por Morelos, a quien se le había unido antes Nicolás Bravo y José María Lobato, había pasado cerca de Tenango para buscar un refugio donde descansar.

El día que fusilaron a Morelos y la carta de despedida a su hijo
El día que fusilaron a Morelos y la carta de despedida a su hijo

(Foto: Agencia El Universal)

El 5 de noviembre de 1815, al amanecer, los realistas salieron de su campamento para dar alcance a la comitiva. Ahí comenzó la cacería de Morelos. Los generales realistas Eugenio Villasana y Manuel de la Concha marcharon con sus tropas hacia el oriente. Ese mismo día, la columna de Manuel de la Concha dio alcance a los insurgentes en el poblado de Temalaca, actualmente ubicado en el estado de Guerrero, pero en aquella época perteneciente a la intendencia de Puebla.

En medio del enfrentamiento entre las tropas, los miembros del Congreso pudieron escapar, pero no así Morelos, quien fue detenido por soldados del ejército virreinal, entre los que se encontraba Matías Carranco, exsoldado insurgente que había desertado en 1812.

Superado en número y en armas, fue hecho prisionero.

Esta es la carta que José María Morelos le escribió a su hijo Juan cuando ya había sido apresado.

"Mi querido hijo Juan:

Tal vez en los momentos que esto escribo, muy distante estarás de mi muerte próxima; el 5 de este mes de los muertos he sido tomado prisionero por los gachupines y marcho para ser juzgado por el Caribe de Calleja.

Morir es nada cuando por la patria se muere, y yo he cumplido, como debo con mi Conciencia y como Americano. Dios salve a la Patria, cuya esperanza va conmigo a la tumba. Sálvate tú, y espero, contribuyas con los que quedan aun a terminar la obra que el inmortal Hidalgo comenzó.

No me resta otra cosa que encargarte que no olvides que voy a ser sacrificado y que vengaras a los muertos.

El mismo Carrasco te entregara, pues así me lo ofrece, lo que tiene el pequeño inventario, encargándote entregues la navaja y le des un abrazo a mi buen amigo Don Rafael Valdovinos.

Tú recibe mi bendición y perdona la infamia de Carrasco.

Tú Padre:

José María Morelos.

*Te encargo que la Virgen del Rosario la devuelvas a la Parroquia de Carácuaro cuya imagen ha sido mi compañera.

A Dios."

El 22 de diciembre de 1815, Morelos fue llevado a San Cristóbal (Ecatepec) donde comió con el Coronel realista Manuel de la Concha, quien le preguntó si sabía a qué había sido llevado a aquel lugar; desde luego que lo sabía, era su último día de vida.

Terminaron de comer, fumaron un puro y, finalmente, después de una larga charla, fue al lugar de fusilamiento donde de 8 disparos terminó la vida de El Siervo de la Nación... Así murió José María Morelos y Pavón.

Con información de Biografias y Vidas y Proyecto 40

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