Es cierto, Edgar Allan Poe es el gran maestro del género del terror, pero sobre todo, tuvo la capacidad de impulsar el potencial expresivo del cuento, que nada le tiene que envidiar a la novela. Le dio al relato breve la dignidad y prestigio que hoy por hoy mantiene.
En su literatura, todo se mezcla: esoterismo, religiones ocultas, rituales y ciencia, pero su importancia radica en que el horror ya no proviene solamente de Dios y del más allá, sino de todas las prácticas humanas.
Además de “El cuervo”, son muy conocidos sus relatos como “El pozo y el péndulo”, “La máscara de la muerte roja” y “El corazón delator”. También creó a Auguste Dupin, el primer detective moderno de la literatura, que sin duda influyó en autores como Agatha Christie y Arthur Conan Doyle.
Su influencia llegó hasta la música. Por ejemplo, The Beatles incluyó su rostro en la portada del disco Sgt. Pepper's Lonely Hearts Club Band; Radio Futura realizó una magnifica adaptación de su poema “Annabel Lee”, e incluso Lou Reed editó el disco “The raven”, donde reúne los temas de “POEtry”, un musical sobre el autor.
Pero ¿cómo adquirió ese peculiar estilo narrativo? Sin duda, varios hechos marcaron su vida, y no precisamente por ser positivos. Su trágica existencia le permitió desarrollar una visión del mundo distinta, profunda y hasta cínica.
Vivió poco (murió a los 40 años) y llevó una vida sombría. Para muestra un botón…
El origen de todo
Edgar Allan Poe nació el 19 de enero de 1809 en Boston, Massachusetts, pero perdió a sus padres cuando solo tenía dos años de edad. Fue educado por John Allan, un hombre de negocios de Richmond, pero su relación con él fue traumática, según señala Biografías y Vidas.
De 1815 a 1820 vivió con sus padres adoptivos en Reino Unido donde inició su educación. Cuando regresó a Estados Unidos estudió en planteles privados y asistió a la Universidad de Virginia, pero en 1827 fue expulsado debido a su afición al juego y al alcohol.
Se enlistó y permaneció dos años en el Ejército y por influencia de su padre adoptivo obtuvo un cargo en la Academia militar de West Point, pero fue expulsado por negligencia en el cumplimiento de su deber.
Sí, leiste bien. En 1836 se casó legalmente con Virginia Clemm, quien era su prima hermana. Ella tenía 13 años y él 27. La mayoría de los biógrafos coinciden en que fueron una pareja feliz, y destacan que ella lo adoraba como a un dios.
Pero como nada es para siempre, la felicidad les duró poco. Para 1846, Virginia comenzó a presentar varios síntomas inquietantes. La falta de apetito, fiebre y dolores en el pecho se hicieron frecuentes y fue diagnósticada con tuberculosis, pero ya en una fase muy avanzada.
En este tiempo, Poe se encontraba sumido en la pobreza, pues no tenía trabajo y las ventas de sus libros eran demasiado bajas. La enfermedad de su mujer convirtió su matrimonio en una experiencia amarga y cuando ella murió, en 1847, se agravó su tendencia al alcohol.
El escritor se negó a ver a su esposa en el féretro y el único retrato que hay de ella, es una acuarela. El artista que la realizó tuvo que usar el cadáver de la mujer como modelo.
El principio del fin
Sumido en una depresión de la que nunca saldría del todo, la gente solía ver a Poe vagando en torno a la tumba de su mujer, ebrio y totalmente fuera de sí.
El poeta murió en circunstancias poco claras, abandonado y completamente solo. Hasta hoy, su muerte es uno de los misterios más grandes de la historia de la Literatura.
El 3 de octubre de 1849 fue encontrado por Joseph Walker en calles de Baltimore en un estado deplorable; vestido con harapos y delirando. Walker lo llevó al hospital universitario de Washington, donde murió el 7 de octubre.