Era 1969 y se había anunciado con bombo y platillo que The Doors viajaría a tierra azteca para realizar unas cuantas presentaciones en la Plaza de Toros México, en el mes de junio. El precio de los boletos era bastante accesible, desde los 5 a los 12 pesos de aquella época.
Se trataba de un evento para el público en general, pero también se planeó una presentación para la alta sociedad mexicana, en un exclusivo hotel de la ciudad de México, a beneficio de la Cruz Roja o Naciones Unidas. La idea era que en una sola visita, la banda pudiera tocar para todos.
The Doors. (Foto: AP)
Quien tuvo la iniciativa de traer a The Doors a México fue un decorador de interiores, de 31 años de edad, llamado Mario Olmos. En esa época, el regente de la ciudad era Alfonso Corona, quien salió de gira de trabajo, pero sin firmar el permiso para el evento, así que el presidente Gustavo Díaz Ordaz lo autorizó verbalmente, pero el “trámite” se perdió en la burocracia.
La expectativa crecía y el tiempo se agotaba, pues la banda encabezada por Jim Morrison estaba a punto de partir desde Los Ángeles hacia México. La falta de los permisos necesario hicieron que el concierto pactado en la Plaza de Toros (a la que le cabían 48 mil personas) tuviera que ser cambiado de sede, al Forum de la colonia del Valle, que tenía un aforo de sólo mil personas.
Se acordó que The Doors tocaría cuatro noches en el Forum y cobrarían 5 mil dólares por presentación. Obviamente, cuando los músicos se enteraron, se pusieron furiosos. Después de algunas reuniones en Los Ángeles, accedieron a tocar en el Forum y se les prometió un par de presentaciones en el Auditorio Nacional, así como algunas en televisión, las cuales, jamás se llevaron a cabo.
Aún así, Ramón Manzarek, Juan Densmore, Roberto Krieger y el “Rey Lagarto” cumplieron con sus presentaciones en aquel pequeño lugar, a las que asistieron sólo familias acaudaladas, pues el precio de los boletos llegó a los 16 dólares.
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The Doors también quería tocar para el grueso de la población y hasta se mencionó un plan para presentar a la banda en la Alameda Central, pero las autoridades no lo permitieron.
Durante su estancia en suelo azteca, la agrupación estadounidense también visitó las pirámides de Teotihuacán y el salón Tenampa, en la Plaza Garibaldi.
El mito del hijo de Díaz Ordaz y The Doors
Uno de los asistentes a uno de los conciertos de The Doors fue Alfredo, hijo del expresidente Gustavo Díaz Ordaz. Se dice que Alfredo, quien fue novio de Thalía, llegó hasta el camerino de Jim Morrison, acompañado de su grupo de amigos. Al salir del lugar, todos se fueron a la residencia presidencial a seguir la fiesta. Al parecer, la marihuana y el alcohol no faltaron, pero cuando el mandatario mexicano descubrió lo que ocurría en su casa, tuvo que abandonar el lugar.
Con información de Rolling Stone
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