Apenas dos días después del sismo que golpeó a México, el martes 19 de septiembre, y que hasta hoy ha dejado más de 300 fallecidos, los equipos de rescate de diversos países comenzaron a llegar, uno de ellos fue el de Japón que ha dejado el corazón en cada zona de desastre a la que han acudido.
Desde el momento en que aterrizaron en el Aeropuerto de la Ciudad de México, fueron recibidos entre aplausos y cada vez que dejan una área afectada para trabajar en otra ocurre lo mismo.
Vinieron a México en signo de respeto y agradecimiento debido a que los Topos Mexicanos han estado con ellos cuando su país ha sufrido siniestros como el terremoto de 9 grados en 2011.
Ataviados con un uniforme azul con naranja, son 72 expertos certificados de alto nivel que pertenecen a un grupo que depende de la Agencia de Cooperación Internacional de Japón (JICA) que pertenece al Ministerio de Relaciones Exteriores de Japón.
Su historia se remonta a finales de los años 1970, cuando algunos equipos médicos fueron enviados a ayudar a los refugiados provenientes de Camboya. Para 1987 se promulgó la ley que permite su existencia de forma legal, la del Equipo Japonés de Auxilio para Desastres.
El objetivo del Equipo de Búsqueda y Rescate Japonés es salvar vidas, trabajan para organismos internacionales como la Oficina de las Naciones Unidas para la Coordinación de Asuntos Humanitarios (UNOCHA) y sus misiones, que deben ser ordenadas por el Ministerio de Relaciones de su país y el Ministerio de Defensa, duran más o menos 10 días.
Entre 1987 y 2016 han participado en cas 500 misiones, estuvieron en los sismos de Haití, Nepal, el ébola en África y las inundaciones en Tailandia. No son cualquier equipo, se les considera los de mayor élite debido a que deben tener una preparación constante, tener conocimientos médicos, militares, servicio y vocación.
El grupo en su totalidad está formado por 70 personas, todos miembros de la Agencia de la Policía Nacional, la agencia de Manejo de Incendios y Desastres y la Guardia Costera de Japón, así como cuatro perros entrenados.
El equipo que está en México está considerado por el Grupo Consultivo Internacional de Búsqueda y Rescate ( INSARAG) como de alto rango y cuenta con Equipo de Rescate, Equipo Médico, Equipo de Expertos, Unidades de Autodefensa y el Equipo de Respuesta a Enfermedades Infecciosas.
Con la solemnidad que los caracteriza han afirmado que no se irán de México hasta que encuentren al último cuerpo, se han presentado en los Multifamiliares de Tlalpan, en los derrumbes de Lindavista, en la Roma y prometen seguir trabajando.
Tanto ha sido el agradecimiento de México a este equipo que ayer domingo 24 mientras se retiraban de la zona de desastre de la Unidad Habitacional de Tlalpan, el resto de los voluntarios mexicanos se inclinaron ante ellos al sonoro grito de “Domo Arigato”, ¡Muchas gracias!
Nos inclinamos ante ellos como lo hicieron cada vez que encontraron un cuerpo que no pudieron rescatar, sabiendo el dolor que les causa también. Los reverenciamos como ellos lo hicieron al encontrar un perro, al que salvaron porque también es un ser vivo. ¡Domo Arigato!
Con información de El Universal y El Debate