Durante muchos años Britney Spears trabajó para convertirse en la indiscutible “Princesa del Pop”, pero la constante exposición a los medios y una vida llena de excesos y desenfreno, nos hicieron pensar que su carrera acabaría pronto, y aunque no fue así, al menos si estuvo estancada por varios años.
Nacida en McComb, Mississippi el 2 de diciembre de 1981, se crió en el seno de una familia de clase media y siempre destacó por su voz y su sentido musical. Cuando tenía solamente 9 años de edad se integró al elenco de The Mickey Mouse Club, donde coincidió con Christina Aguilera, Ryan Gosling y Justin Timberlake.
La fama mundial le llegó con Baby one more time, el cual fue seguido de numerosas canciones que la colocaron más de una vez en el primer lugar de las listas de popularidad. Poco a poco fue dejando atrás esa imagen de adolescente virginal para mostrar un lado más sensual.
Tras romper con Justin, conoció al bailarín Kevin Federline, con quien se casó y tuvo dos hijos: Sean y Jayden. Su matrimonio fue un fracaso y la carrera y la vida de nuestra “princesa” comenzó un descenso en caída libre.
El año 2007 estuvo marcado por salidas nocturnas, adicciones y una descuidada imagen personal. Pero sin duda, algo que quedó para la historia es cuando vimos a Britney ¡rapándose!
Sí, ella vivía un infierno del que no sabía cómo salir y entonces, una noche de febrero de ese año, en un salón de belleza en California, decidió someterse a un cambio radical. Entró al local, propiedad de una mujer llamada Esther y le pidió que la rapara. Obviamente se negó, por lo que la cantante le pidió una máquina para hacerlo ella misma. Esther, que no podía creer lo que estaba pasando, le dio la máquina a la intérprete de Toxic, quien comenzó a despojarse de su cabello.
Tras darse a conocer las imágenes de una Britney “pelona”, la red se llenó de comentario, montajes fotográficos y artículos en los que se buscaba una explicación sobre los motivos que pudieron orillar a la cantante a realizar semejante acción.
Hay quienes afirman que lo hizo para desafiar a la prensa y denunciar su acoso mediático, sin embargo, su ex manager, Sam Lufti, declaró en ese entonces, que la cantante solo estaba “expresando su independencia y su libertad”.
Después, una amiga de la estrella reveló que Spears se había rapado para evitar que descubrieran rastros de droga en su cabello, pues Kevin Federline le advirtió que solicitaría una prueba de dopaje en el juicio para quedarse con la custodia de sus hijos, por lo que tomó esa decisión radical para ocultar sus problemas de adicción.
Lo cierto es que después de vivir la peor crisis de su vida, Britney necesitaba empezar de cero para recuperar su lugar en la música. Ahora, la diva se encuentra recuperada y celebrando su cumpleaños #35.
Con información de El Universal, ABC y Vogue