¿Qué viene a tu mente cuando escuchas la palabra Titanic? Seguramente, para muchos de nosotros, a lo primero que nos remitimos es a la película de 1997 dirigida James Cameron, en la que conocemos la historia de amor entre Rose (Kate Winslet) y Jack (Leonardo DiCaprio), la cual se desarrolla en medio de una catástrofe: el hundimiento del trasatlántico, ocurrido el 14 de abril de 1914.
A bordo del barco iban 2 mil 223 personas, quienes viajaban de Inglaterra hacia los Estados Unidos; de ellas, 706 se salvaron y mil 517 fallecieron en las aguas gélidas del Océano Atlántico.
El punto cumbre de la historia es, precisamente, el momento en que el enorme barco choca contra un iceberg y comienza a hundirse, pero te has puesto a pensar ¿qué pasó después? ¿cómo le hicieron para sacar esos miles de cadáveres que flotaban en el mar? ¡Aquí te lo decimos!
El barco responsable del rescate de los cuerpos era el MacKay-Bennett, el cual era enorme, pero no suficiente para llevar hasta el puerto de Halifax, en Canadá, a todos los que lamentablemente habían perdido la vida en tan aparatoso accidente.
Es por esta razón que se tuvo que tomar una decisión, y fue el capitán Frederick Larnder quien se encargó del problema. Había que dejar varios cuerpos fuera del barco, a la suerte del mar.
Para esto se aplicó un “filtro”… de los cuerpos sin vida que ya estaban dentro del MacKay-Bennett, ordenó que se tiraran por la borda a los pasajeros fallecidos que eran los más pobres para poder llevar a su destino a los más ricos, y que éstos tuvieran un funeral “como les correspondía”.
De esta manera, se deshicieron de más de 100 cuerpos, mientras que 334 cadáveres lograron ser rescatados.
Esta información fue recopilada gracias a 181 telegramas enviados a los responsables de la compañía naviera que se encargaba de la operación del Titanic, la White Star Line. Mucho tiempo después, un empleado de Cunard Line (la empresa que compró a la WSL) se dio cuenta que alguien había tirado estos documentos a la basura, pero los rescató al darse cuenta del valor histórico que tenían, y se los entregó a su hija para que los guardara.
En la década de los 80, la mujer los entregó al historiador Charles Haas, quien estuvo restaurándolos por más de 3 décadas, por lo que hoy podemos conocer más detalles acerca del rescate de cadáveres. De acuerdo con los documentos, cada cuerpo se registraba minuciosamente para saber a qué clase social pertenecía y poder elegir fácilmente a los más acaudalados y dejar a los de recursos más bajos.
En uno de los telegramas, el puerto de Halifax pide que se rescate la mayor cantidad de cadáveres, pero ante la imposibilidad de cumplir con ello, la respuesta del capitán Larnder fue la siguiente: “Se ha hecho un registro cuidadoso de todos los papeles de dinero y objetos de valor encontrados en los cuerpos. ¿No sería mejor dejar los cuerpos en el mar a menos que los parientes pidieran específicamente preservarlos?”
Hay otros documentos en los que los empleados de White Star Line hablan sobre el estrés y el agotamiento que les causaba el rescate, registro y envío de los cadáveres, por lo que exigían un descanso.
Pero a 105 años del hundimiento del Titanic, lo que podemos ver es que en los momentos más difíciles, sobresale el lado oscuro de las personas, en las que en situaciones de emergencia, salen a relucir sus complejos clasistas.
Con información de Difundir, La Voz de Galicia y Peru.com