Durante los Juegos Olímpicos de Tokio 2020 se han visto varios hermosos e históricos momentos, como a una niña de 13 años, Momiji Nishiya, ganando el oro en la primera competencia de skateboard. Así como la doble medalla de oro en salto de altura que compartieron los deportistas, Mutaz Essa Barshim y Gianmarco Tamberi.
Pero además de esto, también ha habido situaciones incómodas con las que el Comité Olímpico Internacional ha tenido que lidiar.
Tal es el caso de la protesta que hicieron el equipo varonil de esgrima de Estados Unidos, ante su compañero acusado de abuso sexual. Así como este atleta, hay más casos que han opacado las diferentes categorías de la competencia… ¡Aquí el listado!
Tres esgrimistas del equipo masculino de Estados Unidos usaron un cubrebocas rosa como muestra de apoyo a tres compañeras que sufrieron abuso sexual, entre 2013 y 2015, por parte de su compañero y cuarto integrante, Alen Hadzic, quien portó una mascarilla negra.
Hadzic, de 29 años, asistió a los Juegos como suplente, para competir por si alguno de sus compañeros no puede hacerlo, pero aún así, las redes sociales se cuestionan cómo lo dejaron ser parte del equipo. El deportista no permanece en la Villa Olímpica, ni viajó a Tokio con sus demás compañeros, quienes se quejaron y temían por su seguridad.
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Javad Foroughi, de 41 años, ganó la medalla de oro en el torneo masculino de pistola de aire de 10 metros. El iraní hizo un récord olímpico tras obtener 244.8 puntos. Enfermero de profesión, comenzó a los 37 a participar en pequeños campeonatos en su país, hasta dar el salto internacional.
Su triunfo se vio opacado cuando la organización United for Navid sacó a relucir que Javad trabaja para los Cuerpos de la Guardia Revolucionaria Islámica (CGRI), que fue creada para defender el sistema islámico del país, y la cual fue designada como organización terrorista por Donald Trump durante su mandato.
Jin Jong-oh, tirador coreano y competidor de Foroughi, exclamó su disgusto ante el Comité Olímpico Internacional por dejar competir al iraní: “¿Cómo puede un terrorista quedar en el primer puesto de una competición en los Juegos Olímpicos? Eso es lo más absurdo y ridículo que he visto en mi vida", sentenció el atleta.
Foto: AFP
Christine Mboma es una deportista de atletismo que viajó a los Juegos Olímpicos para representar a su país, Namibia. La mujer, de 18 años, ganó una medalla de plata en los 200m en la categoría femenina. Sin embargo, gracias a su destreza ahora están cuestionando su género.
Mboma padece de hiperandrogenismo, un trastorno que se caracteriza por tener un exceso de andrógenos, que son hormonas sexuales masculinas, como la testosterona. Este padecimiento le parece una ventaja sobre las demás al excorredor polaco, Marcin Urbas, el cual exige que la ganadora compruebe ser mujer.
“Tiene parámetros de un hombre de 18 años. La ventaja de testosterona de Mboma sobre otras participantes se ve a simple vista. En construcción, modo de movimiento, técnica trágica, pero, al mismo tiempo, aplasta en velocidad y resistencia”, señaló Urbas.
Foto: AFP
La atleta Blessing Okagbare, de Nigeria, fue expulsada de Tokio 2020, tras confirmarse doping en sus estudios clínicos, los cuales se le realizaron antes de comenzar la competencia.
Según la Unidad de Integridad de Atletismo, la deportista africana dio positivo a la hormona de crecimiento humano, la cual es una sustancia ilegal, de acuerdo a la Lista Prohibida de la WADA 2021.
Foto: AFP
Cuando se dio a conocer que la mujer trans Laurel Hubbard, de 43 años, antes llamada Gavin, iba a participar en Tokio 2020, se habló mucho sobre la ventaja injusta que podría tener sobre las otras competidoras.
La halterista compitió en la final femenina de +87 kilos, pero falló en los tres intentos de levantar 125 kilos. Aunque no logró subirse al podio, ya hizo historia como la primera atleta trans en ser admitida en unos Juegos Olímpicos.
Foto: AP
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