En 2007, la pirámide de Chichén-Itzá fue declarada como una de las Nuevas Siete Maravillas del Mundo y como Patrimonio de la Humanidad por la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO).
Un año más tarde se prohibió escalar esta creación maya para conservarla, pero a pesar de los letreros de NO pasar, el gran cordón de seguridad o las multas que se establecieron a quien ascienda al templo, ha habido varias personas irrespetuosas que han osado subir.
En este año se han reportado dos casos de visitantes que han subido los escalones, actos que han quedado grabados por otros turistas indignados, quienes difundieron los videos en redes sociales.
Foto: Archivo El Universal
En la Ley Federal sobre Monumentos y Zonas Arqueológicas, Artísticas e Históricas, en su Capítulo VI, se establecen las sanciones a aquellos que dañen o exploten templos arqueológicos y que no tengan autorización del INAH.
“Cualquier infracción a esta Ley o su Reglamento, que no esté prevista en este capítulo, será sancionada por los Institutos competentes, con multa de cien a cincuenta mil pesos, la que podrá ser impugnada mediante el recurso de reconsideración, en los términos del Reglamento de esta Ley”, dice la Ley, aunque no se especifica exactamente la pirámide de Chichén-Itzá.
Además de subir al templo, está penado usar drones, pues son considerados equipo especial al igual que las cámaras fotográficas profesionales, por lo que se debe pagar derechos a las autoridades por las imágenes.
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En enero de 2021, se hizo viral la noticia de que una mujer en estado de ebriedad subió a Chichén-Itzá a esparcir las cenizas de su esposo. Según testigos, la turista tardó media hora en ascender y bajó con toda calma.
Su hazaña quedó registrada en los videos de los presentes, quienes le gritaban “bájate”, “es delito federal”, que se cumpla el “sacrificio maya”. Además de que se ganó el apodo de #LadyKukulcán.
Al bajar fue puesta a disposición a las autoridades municipales, para que le otorgaran la multa correspondiente. El recinto informó que la mujer no esparció nada como dijo que era su objetivo.
En marzo de este mismo año, un hombre volvió a violar las reglas de la pirámide al subir los 92 escalones hasta la cima de Chichén-Itzá. El hecho quedó grabado en videos de turistas, en los cuales se ve al sujeto vestido de playera gris y pantalón negro.
Un trabajador fue por él y le pidió que bajara, orden que siguió de inmediato, aunque sin prisa. Una vez en tierra firme, agarró sus cosas que había dejado en las faldas del templo y fue sacado del recinto para recibir la multa.
En marzo de 2018, se difundió un video donde se aprecia a un hombre subiendo a lo alto de Chichén-Itzá, sin importarle el peligro ni la cinta de NO pasar. El hombre subió para tomarse una selfie, foto que le pudo haber salido hasta en 100 mil pesos. Autoridades del lugar le pidieron bajar y como a los otros, lo sacaron del recinto.
Que pase una vez es comprensible, pero que ya se hayan colado tres personas y dos en menos de tres meses, dice mucho de la poca seguridad que tiene este recinto histórico. Y tú, ¿qué multa crees que debería establecerse para quienes violen esta ley?
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