Robada, perdida durante años y luego subastada por más de 1 millón 300 mil euros. Así ha sido la trayectoria de la “Mona Lisa negra”, sobrenombre que se le ha dado al retrato de la princesa Adetutu Ademiluyi, elaborado por el artista nigeriano Ben Enwonwu.
Tutu, como se llama oficialmente la obra, fue pintada en 1974. Es una de las piezas más importantes del arte africano, ya que su autor, Ben Enwonwu, es considerado el artista contemporáneo más renombrado de Nigeria.
Al igual que la Mona Lisa de Leonardo da Vinci, Tutu cautiva al público por su enigmática expresión. La joven en la imagen parece mirarnos directamente y sus emociones son un misterio.
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Detrás de este lienzo se oculta un mensaje histórico y político de gran relevancia para Nigeria. Como ya mencionamos, la joven que aparece en el retrato es la princesa Adetutu Ademiluyi, nieta de un líder del grupo Yoruba. Este detalle es controversial, ya que el artista Ben Enwonwu era de la etnia Igbo.
Los pueblos Yoruba e Igbo estuvieron en lados opuestos de la guerra civil en Nigeria. Tutu, por lo tanto, es considerado un símbolo de reconciliación entre estos grupos políticos.
Enwonwu pintó en total tres versiones del retrato, aunque dos de ellas están perdidas y sólo se conservan por medio de copias creadas en los setentas. Uno de los tres cuadros originales fue robado poco antes de la muerte del artista, fallecido en 1994.
Se creía que nunca se encontrarían los otros dos retratos, pero en 2017, una familia contactó a la casa de subastas Bonhams. Por medio de herencia, había llegado a sus manos Tutu, pero no tenían ni idea de su valor.
De inmediato la obra fue rescatada y este año se puso a la venta. Aunque no se esperaba que las pujas rebasaran los 300 mil euros, la guerra de ofertas fue escalando hasta que el retrato se vendió por la cifra récord de 1 millón 300 mil euros.
Con información de ABC y The Independent
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