Luego de Luis Miguel La Serie, algunos mexicanos sentíamos un hueco televisivo difícil de llenar, pero La Casa de las Flores llegó para resolver el problema. La producción de Manolo Caro, que ya se encuentra completa en Netflix, tiene varios ingredientes que la convierten en un show ideal para maratonear.
Y muchos lo hicieron, terminaron de verla el mismo día que se estrenó, pero hay algunos más que se resisten o de plano le tienen aberración a este tipo de producciones melodramáticas. Lo cierto es que quienes no se aguantaron las ganas, ya conocen los secretos de la familia “perfecta” y agradecen que la trama haya abordado temas fuertes, de esos que es poco probable que veamos en televisión abierta.
Aquí van algunos de los temas que aborda, a través del humor negro, pero ¡aguas! porque hay varios spoilers…
1. La diversidad sexual
Este es uno de los temas que se adueña de la trama. Para empezar, Julián (Darío Yazbek), el menor de los De la Mora es bisexual y tiene una relación amorosa con Diego (Juan Pablo Medina), el asesor financiero de la familia. Paulina (Cecilia Suárez), la hija mayor, se casó con un hombre que resultó ser transexual, con quien tuvo un hijo. Además, en el cabaret también llamado La Casa de las Flores, trabajan trans, travestis y drags, pero sin caer en el estereotipo de la prostitución o el desprestigio social. Tocan el tema de la diversidad sin vulgaridad.
2. Los estereotipos sobre el cambio de género
Cuando el ex esposo de Paulina De la Mora hace aparición en la trama, lo hace como María José (antes José María). Este hombre que ha soportado señalamientos y humillaciones por su condición le explica a Paulina que aunque haya cambiado y se hayan separado no ha dejado de sentir cariño por ella, y lo resume en esta frase: “Cambié de sexo, no de corazón”.
Además, su hijo Bruno, reconoce a su padre como una figura femenina, sin tener conflicto por ello. Esto hace ver que los menores pueden comprender con cierta naturalidad un tema tan complejo como éste, en el que los adultos son los que están llenos de prejuicios.
María José y Paulina De la Mora. (Foto: Netflix)
3. La familia unida
La familia De La Mora es una de las más respetadas en la esfera social en que se desenvuelven. Sus integrantes viven en Las Lomas y bajo un modelo de “perfección” marcado por sus amistades; sí, de esos que siempre están pendientes al “qué dirán”. Sin embargo, en una entrevista donde su hijo Julián explica su salida del clóset, Virginia (Verónica Castro) afirma que lo que ella quiere es tener una familia feliz y unida, no perfecta, aunque los tachen de inmorales y se conviertan en la comidilla de todos.
4. La pornovenganza
“Ellos que siempre se han sentido de la realeza, ahora tienen un lord en casa: #LordDámeloTodo”. Cuando Julián De la Mora decide terminar su noviazgo con Lucía Dávila (Sheryl Rubio), ella decide ventilar en internet un video sexual de su ex, en el que hace un trío, lo que nos deja ver un tema muy sensible: la pornovenganza. Esto llama la atención por varias razones: la decisión de una persona de grabar su actividad sexual, la violación a la privacidad de alguien al hacer público el material y el linchamiento social a la víctima de este acto de venganza.
5. Mariguana “libre de sangre”
En varios momentos de la historia vemos a Virginia fumando mota en una pipa. Ella lo hace para tranquilizarse en esos momentos de mucha tensión, pero siempre afirma que es “libre de sangre”, lo que pone en la mesa el tema del uso recreativo de la hierba. Ella tiene su propia planta para evitar contacto con alguna red de narcotráfico y, la verdad, verla echándose unos toques sí que es novedad.
6. El narco no es como lo pintan
Siguiendo con el tema de la marihuana, cuando Virginia decide vender la hierba para salir de un apuro económico, se enfrenta al típico “niño bien” de la colonia, un joven de piel blanca y de traje que resulta ser quien controla el tráfico de drogas en Las Lomas. Sí, un estereotipo bastante alejado al que siempre tenemos en mente.
7. Racismo
Los protagonistas llaman “negrito” a Dominique, el novio de Elena (Aislinn Derbez), y hasta expresan su rechazo a la posibilidad de que tengan hijos “mulatos”, un tema que refleja a la sociedad mexicana. Pero eso no es todo… Cuando Elena se interesa en Claudio, un chico que trabaja en un cabaret, Virginia hace de todo porque su hija se case con Dominique, pues prefiere al “negrito” que al “pobre”.
8. Machismo Vs Feminismo
Hay varios ejemplos en las serie, pero el más evidente es cuando Virginia le pide a Julián que se cuente un secreto con el cual pueda desprestigiar a su ex novia, Lucía. Él le dice que “se agarró a todos los del Cumbres a los 16 años”, por lo que Paulina inmediatamente interviene: “no caigamos en esa cultura machista que humilla a las mujeres por tener una vida sexual activa”.
Otra muestra clarísima es la narrativa de la historia, pues el esposo infiel mantiene a dos familias, el horror que llega a sentir Virginia cuando su hijo perfecto no se apega a las normas de la heterosexualidad.
9. Cultura pop… a la mexicana
Desde el primer capítulo vimos signos que identificamos inmediatamente, desde las Kardashian a Luis Miguel, a Desperate Housewifes, la cultura drag y hasta el hecho de burlarnos de nosotros mismos cuando nos encontramos en situaciones complicadas.
10. ¡La música!
Este no es un tema tabú, pero no podemos dejarlo pasar… Hay temas memorables de artistas como Amanda Miguel, Paulina Rubio, Selena, Yuri, Gloria Trevi o Ana Gabriel, pero sin dejar fuera nuevas propuestas como The Chamanas o Monsieur Periné. Además, nos regaló momentos únicos, como la del funeral en la que Paulina canta “Muévelo, muévelo” de El General, o cuando Verónica Castro canta “Es mejor así” de su hijo Christian.
Con información de El Comercio, Forbes y Merca20.com.