Harry Potter y la Piedra Filosofal se estrenó en el 2001 y la fama del protagonista, un pequeño mago huérfano, interpretado por Daniel Radcliffe, comenzó a crecer como la espuma. La historia marcó a toda una generación y aún es de las franquicias más rentables.

Esta saga basada en los libros de J.K. Rowling, además de impactar al público, también marcó a los actores que participaron en el proyecto, pues al terminar las ocho películas sobre los estudiantes de Howarts, cada uno de ellos debía enfrentarse al mayor reto de sus vidas: deshacerse del personaje.

Este no es un proceso sencillo, y son varios los actores que se han quedado en el intento. Quedarse encasillado en un personaje debe ser la peor pesadilla para cualquier persona que se dedique a la actuación, y eso lo sabe muy bien Daniel Radcliffe.

El actor inglés, que cumple 29 años de edad, tenía 11 años cuando comenzó a rodar la saga, misma que concluyó en 2011 con la segunda parte de Las Reliquias de la Muerte. Pero para entonces Daniel ya se había encargado de buscar otros papeles que demostraran su valía como actor. En 2007 tomó el papel principal de Equus, un texto de Peter Shaffer que interpretó en el teatro londinense; recibió enormes halagos por su trabajo, pero lo que más llamó la atención, fue la polémica generada por el desnudo integral que realizaba en la puesta en escena.

Con esta experiencia, al darle carpetazo a Harry Potter, Radcliffe se dispuso a guardar su uniforme y la varita mágica para siempre. Quería demostrar su versatilidad, que es capaz de hacer papeles distintos y que no necesita de una franquicia para sobresalir en la industria cinematográfica.

Uno de los primeros proyectos que tomó, fue el protagónico de La Dama de Negro (2012), donde ya se presenta como un hombre maduro. Aquí atemorizó al público atravesando los pasillos de una casa que no auguraba nada bueno. La película gustó y su actuación aún más, aunque no fue aclamado como en la cinta del mago.

Esto no lo desanimó, pues se trataba de algo lógico en su “nueva vida”. Así que luego decidió mostrar esa versatilidad de la que hablaba y participó en ¿Solo amigos? (2013), una comedia de amores prohibidos y amistades que duelen. Una comedia romántica que nos regala una mirada a la vida real. No encantó, pero tampoco fue destrozada por la crítica.

Después vino Horns (2013), la adaptación de una novela de Joe Hills. Esta cinta se convirtió prácticamente en un filme de culto. Interpreta a Ig, quien posee un nuevo poder macabro que intenta usar para descubrir al monstruo que mató a su novia. Este poder le llega con un par de cuernos con los que lo vemos durante una buena parte de la cinta.

A sus películas se sumaron Victor Frankestein (2015), Guerra de Razas (2016), Los Ilusionistas 2 (2016), La Jungla (2017), y la más reciente Beast of Burdeen (2018). En esta última lo vemos incluso con barba y fumando cigarrillos, mostrando una imagen más ruda.

"Lines are meant to be crossed"

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Sin embargo, aunque sus actuaciones han sido aplaudidas en más de una ocasión, éstas no han logrado un impacto tan mediático como lo hizo cuando interpretaba al joven mago.

Algo que también nos gustaría resaltar es que su aspecto físico no le ayuda mucho, pues no ha presentado un gran cambio en su aspecto, lo único notable es que en algunas ocasiones se ha dejado crecer la barba para dar vida a personajes más maduros.

Pero Daniel se siente confiado, afirma que la sombra de Harry solo lo afecta cuando interpreta a un personaje con lentes. Lo que nos queda claro, es que sigue buscando retos actorales con los cuales pueda desprenderse definitivamente del pequeño mago, con los que pueda llegar lejos y forjar una gran carrera sin usar una varita mágica.

Vanity Fair Italia magazine

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