Grease (Vaselina, 1978) es una de las películas que ha conquistado a diferentes generaciones. La cinta cumple 40 años y una de las cosas que más se le han criticado es el radical cambio de imagen de Sandy (Olivia Newton-John), su protagonista. Este cambio es analizado como un paradigma machista en el que se señala que ella se transforma “para conseguir al hombre de sus sueños”. Pero… ¿es para tanto?
No debemos reducir todo a la idea de que Sandy se sexualiza para “seducir” a Danny (John Travolta). Recordemos que desde un inicio él está enamorado de ella y, de hecho, es él quien intenta cambiar para ser el hombre que ella desea.
Pero dejando este tema de lado, podemos ver que el panorama femenino de Grease es más diverso. En los 70, la mayoría de los directores de cine se centraban en los conflictos masculinos y reducían a los personajes femeninos, sin embargo, Grease es la única, entre las 10 películas más taquilleras de esa década, en la que hay más de un personaje femenino relevante en la trama.
En esta ocasión vamos a centrarnos en tres mujeres, en específico:
Sandy
La imagen de la protagonista puede verse como una especie de sometimiento a las exigencias de la sociedad de aquella época, pero su cambio radical es señal inequívoca de una revelación. Acaba por convertirse en el tipo de mujer que en los 50 no gozaba de muy buena reputación. Sandy es el ejemplo real de aquella adolescente que se transforma cuando se siente lista para explorar su sexualidad.
Para la protagonista de Grease, experimentar con su propia imagen es una etapa intrínseca de la adolescencia y Sandy la lleva al mejor nivel, pues acaba cantando y bailando en la película, redefiniéndose y reencontrándose a sí misma. Hay un verdadero cambio, un empoderamiento.
El cambio radical de la dulce Sandy. (Fotos: Instagram @grease.the.movie)
Rizzo
En la época en que se desarrolla la película, el cine prefería a las chicas sexualmente pasivas, pero Rizzo era completamente lo opuesto. Cuando interpretó a esta joven, Stockard Channing ya era una mujer de 33 años, y su personaje no tenía reparos en mostrarse sexy. Esto lo vemos perfectamente ejemplificado en su número musical There Are Worst Things I Could Do, en el que se pasea por el instituto atravesando todas las fases de la madurez: anhelos, vergüenza, autocompasión y reafirmación personal.
Rizzo es la chica que va por la vida sin tratar de complacer a los demás, sino con la firme intención de pasarla bien.
Frenchy
Esta chica es todo un caso. Sandy interactúa con ella, pero ningún chico se muestra interesado en salir con Frenchy y tampoco nadie está pendiente de su carrera como peluquera. En la película, cuando tiene su gran número musical, ni siquiera es ella quien lo canta, pues Frankie Avalon se aparece para robarle el número y convencerla de una vez de que tire la toalla y vuelva a matricularse en el instituto.
Frenchy termina sintiéndose útil cuando Sandy le pide que le ayude con su cambio de imagen y, a decir por los resultados, esta chica no es tan mala, pues deja fabulosa a su amiga. Para Didi Conn, quien dio vida a Frenchy, esta joven estaba tan interesada en su carrera como estilista porque quería sacar lo mejor de cada persona. Además, su manera de conducirse por la vida la colocan como la personificación de la lealtad femenina, toda una rareza en el cine de la época.
Los críticos suelen tratar a Grease con condescendencia, como una cinta inofensiva, y es por eso que pasa por nuestras vidas una y otra vez como si fuera intrascendente, pero no lo es, pues rompió con muchos paradigmas de la época.
Es una cinta llena de nostalgia que ha trascendido al paso del tiempo y a la evolución del público femenino, ya que aquí las mujeres tienen un montón de perfiles y personalidades con las cuales identificarse.
Con información de Vanity Fair, Cadena SER y Fotogramas