Robin Gibb era inconfundible. Al verlo cantando junto a sus hermanos, con sus icónicos lentes de cristales azules y su peculiar tono de voz, te atrapaba. Pero el éxito siempre trae cosas positivas y negativas, y él terminó cediendo ante los encantos del alcohol y las mujeres.

Nació el 22 de diciembre de 1949, en Reino Unido. A los nueve años de edad emigró con toda su familia a Australia. Junto a sus hermanos, y (que era su gemelo), formaron un grupo al que bautizaron como los , y con el que alcanzarían gran popularidad.

Robin Gibb, el mujeriego y “rebelde” de los Bee Gees
Robin Gibb, el mujeriego y “rebelde” de los Bee Gees

Maurice, Robin y Barry Gibb (Foto: AP)

Pero en pleno 1968, y con 19 años de edad, Robin no pudo librarse de los problemas con las drogas, así como del ego y celos dentro del grupo. Los hermanos Gibb se separaron y él decidió emprender su carrera en solitario. Con Saved by the bell, llegó al número dos en Reino Unido.

En 1971, los Bee Gees se reunieron de nuevo y fue hasta 1977, gracias a la banda sonora de Saturday Night Fever (Fiebre del sábado por la noche), que pudieron dar un salto gigantesco en su carrera. El disco de esa cinta vendió más de 40 millones de copias y con la música de este trío prácticamente se inauguraba la era dorada de la música disco.

Con sus voces agudas, sus pantalones ajustados, camisas abiertas y grandes medallones reluciendo en su pecho, estos hermanos se convirtieron en estrellas.

Aunque permanecía en la agrupación, a lo largo de la década de los 80, Robin publicó otros tres discos en solitario: How Old Are You?, Secret Angent y Walls Have Eyes. Este hombre tenía talento para la composición, era doctor honorífico de música en la Universidad de Manchester, y de hecho él escribió la mayoría de las canciones con que ocuparon el número 1 en las listas británicas. En 1994, entró en el Salón de la Fama de los Compositores.

El grupo estuvo unido hasta la muerte de Maurice. Luego, Robin decidió dedicarse por completo a su carrera, pero no pudo librarse de la sombra de sus hermanos. Aún cuando contaba con producciones nuevas, al subirse a un escenario era común que la gente le pidiera cantar alguna de las canciones que hizo famosas junto a los Bee Gees.

Este sensible y delgado hippie, que en 2004 recibió la orden como Caballero del Imperio Británico, siempre llamó la atención del público, sobre todo entre las mujeres. Robin Gibb presumía de haber tenido más de 100 amantes.

De su primer matrimonio con Molly Hollis, nacieron sus hijos Spencer y Melissa. Luego se casó con Dwina Murphy, con quien tuvo a su tercer hijo: Robin-Jhon. Pero uno de los mayores escándalos en su vida personal, fue cuando tuvo una hija con su ama de llaves, Claire Yang, en el 2008. Aunque mantenía una relación abierta con Dwina, el affaire del que nació Snow Evelyn Robin Juliet Gibb, parecía que acabaría con la paciencia de su mujer.

La pareja siguió unida, pero a finales de 2010, durante una operación, los médicos le descubrieron un tumor a Robin y le diagnosticaron cáncer de hígado y, posteriormente, de colon. Tuvo que cancelar varios conciertos y cada vez lucía más delgado y demacrado.

Robin Gibb, el mujeriego y “rebelde” de los Bee Gees
Robin Gibb, el mujeriego y “rebelde” de los Bee Gees

Robin Gibb y su esposa Dwina. (Foto: AP)

Hubo un periodo en el que su situación mejoró y dijo que su cáncer estaba en remisión, pero una neumonía lo llevó de nuevo al hospital. Ésto le impidió asistir al estreno de su primera obra clásica: The Titanic requiem, Era un homenaje a las víctimas del hundimiento del trasatlántico, que compuso a medias con el menor de sus hijos, Robin John.

Cuando entró en coma, su esposa e hijos no se separaron de su cama y pasaron horas a su lado, cantándole sus canciones favoritas para levantar el ánimo.

Robin Gibb, la voz inconfundible de los Bee Gees, murió el 20 de mayo de 2012, pero siempre nos quedará su música.

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