Alfred Hitchcock es el maestro del suspenso, eso nadie lo pone en duda. Pero también le encantaba que todos le prestaran atención, además de que tenía fama de prepotente y misógino.

En cuanto a las mujeres, sentía una fuerte debilidad por las rubias, (o “nórdicas”, como él las llamaba) porque las consideraba misteriosas y frívolas. El cineasta creía que eran más fáciles de fotografiar en blanco y negro, ya que así se resaltaba su frialdad y elegancia.

Hitchcock tenía claro lo que quería: que todas las protagonistas de sus cintas fueran rubias. Y cuando no fue así, les ordenó teñirse el cabello, como a Madeleine Carroll, Joan Fontaine o Ingrid Bergman.

Alfred Hitchcock y su enfermiza obsesión por las rubias
Alfred Hitchcock y su enfermiza obsesión por las rubias

Alfred Hitchcock con la actriz Anna Massey, una de las estrellas de "Frenzy". (Foto: AP)

Pero había algo adicional… Alfred Hitchcock quería moldear a su antojo a su musa en turno, además de contar con juventud y gran belleza, pero no cualquiera, sino una “belleza clásica”.

La rubia que marcó su vida fue Tippi Hedren, quien en verdad padeció la locura y obsesión del cineasta. No permitía que nadie la tocara o le hablara en el set de The Birds (Los Pájaros); además cuando salía con amigos, había personas que la seguían y luego le contaban al director todo lo que hacía.

Hitchcock falleció en la ciudad de Los Ángeles, el 29 de abril de 1980, víctima de una insuficiencia renal. A 38 años de su muerte, en de10.mx elaboramos una galería con aquellas mujeres que le robaron el corazón, y a las que él convirtió en las musas de sus proyectos cinematográficos. ¡Mira!

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