Conocido por sus intrépidas acrobacias, su carisma y buen humor, Jackie Chan es uno de los actores favoritos del público. Con una trayectoria envidiable en el género de acción, Jackie tiene el honor de ser la estrella de cine asiática mejor pagada, tan sólo en 2017 ganó 49 millones de dólares. Pero detrás de su sonrisa se esconde una historia de perseverancia y determinación que parece sacada de una película.
La vida de esta estrella comenzó de manera aparentemente tranquila. Jackie Chan nació en Hong Kong el 7 de abril de 1954 en una familia pobre, ya que sus padres eran refugiados de la Guerra Civil en China. Vivían en un barrio lujoso pero sólo porque los padres trabajaban como sirvientes en la casa del embajador de Francia.
Gracias a su energía incontrolable, Chan se ganó el apodo de “Pao-pao”, cuyo significado se traduce como “Bola de Cañón”. Esta característica le sirvió para practicar en su tiempo libre Kung Fu con su padre. La futura estrella de cine se destacó pronto en esta actividad, mientras que su desempeño académico era más bien decepcionante.
Por fortuna, su padre rápidamente identificó el talento de su hijo y lo metió a la Academia de Drama en la Escuela de Ópera de Pekín. Este centro de enseñanza se distinguía por su disciplina implacable y los estudiantes entrenaban hasta 19 horas al día. Fue en este periodo cuando los padres del actor le anunciaron su decisión de mudarse a Australia y dejarlo internado en la escuela, a pesar de que sólo tenía siete años.
En ese momento Jackie no lo sabía, pero la verdad era que su padre era un espía y su profesión lo obligaba a huir del país. Su apellido ni siquiera era Chan, sino Fong. El espía había conocido a la madre del actor cuando la arrestó, ya que la tranquila ama de casa tenía un pasado como traficante de opio. Ambos habían ocultado la cara más oscura de sus vidas a su pequeño hijo y Jackie sólo descubrió la verdad cuando llegó a la adultez.
Durante 10 años, Chan siguió un riguroso plan de enseñanza con acrobacias, canto y artes marciales, a pesar del constante bullying de sus otros compañeros. Soñaba con ser una estrella y luego de graduarse, encontró trabajo como doble de acción en varias cintas.
Fue un tiempo de altibajos profesionales, y un director incluso le dijo que era “un inútil”. Pese a las críticas, Jackie practicaba sus movimientos frente al espejo hasta la madrugada, convencido de que este era su destino.
En 1971, luego de años en las sombras, llegó la primera oportunidad para Chan cuando se convirtió en el doble de Bruce Lee, con quien eventualmente desarrolló una amistad. Pero la trágica muerte de Lee en 1973, llenó el futuro de Jackie de incertidumbre.
Chan decidió mudarse a Australia con sus padres y ahí se enroló en la Universidad Dickinson para aprender inglés mientras trabajaba en construcciones. Con 21 años, regresó brevemente a Hong Kong para protagonizar la cinta New fist of fury (Nuevo puño de furia), del prestigioso director Lo Wei, pero fue un fracaso en taquilla.
Entonces Jackie tomó una decisión radical. El género de las artes marciales era profundamente respetado en Asia y generalmente se trataba de manera seria. Pero Chan comenzó a incorporar elementos de comedia retomados de sus ídolos, Charles Chaplin y Buster Keaton. Su acción generó una renovación total del género y le dio el éxito con el que siempre había soñado.
Así llegaron sus primeras cinta aclamadas por el público, Eagle's Shadow (La serpiente a la sombra del águila), en la que perdió un diente y Drunken Master (El maestro borracho), ambas estrenadas en 1978.
En 1979 incluso se animó a sentarse en la silla del director para crear The Fearless Hyena (La hiena intrépida), un rotundo éxito que lo impulsó a romper su contrato con el director Lo Wei para buscar su propio camino. Wei no lo tomó bien y envió a las triadas, la mafia china, contra su ex estrella.
Los criminales intimidaron a Chan en distintas formas, incluso al punto de disparar contra él y verse rodeado por una veintena de hombres armados. Desde ese punto, Jackie decidió obtener un arma y cargar con ella en todo momento para protegerse.
Luego de varios intentos fallidos por entrar al mercado estadounidense, finalmente logró abrirse paso en Hollywood en 1995, con la historia Rumble in the Bronx (Masacre en New York), en la que se rompió un tobillo. A esta cinta le siguieron otros proyectos taquilleros como Rush Hour (Una pareja explosiva) y Kung Fu Panda. Sin olvidar sus inicios, el actor fundó su propia escuela para dobles de acción, la cual actualmente produce a los mejores profesionales del sector.
En cuanto a su vida personal, Chan no ha tenido tanta suerte. Uno de sus primeros amores fue la actriz Joan Lin, con quien se casó en secreto en 1982, luego de un embarazo no planeado. A pesar de su largo matrimonio, el actor es famoso por sus infidelidades de alto perfil, como el amorío que tuvo con la cantante taiwanesa Teresa Tang y su aventura con la ex Miss Asia Elaine Ng Yi-Lei, con quien tiene una hija no reconocida llamada Etta Ng.
Los hijos de Chan tampoco le han traído mucha alegría. Su primogénito, Jaycee, fue arrestado en 2014 por posesión de mariguana y pasó seis meses en prisión. Mientras tanto, Etta intentó suicidarse en 2017, luego de hacer que arrestaran a su madre por intimidarla.
Jaycee (izquierda) es más apegado a su padre que su media hermana, quien no tiene contacto con el actor. (Fotos: instagram @stolenmilktea y @jaycee_chang)
Tal vez les interese leer: Jackie Chan no le heredará ni un centavo a su único hijo
En la pantalla grande, Chan se distingue por sus arriesgadas acrobacias. A lo largo de distintas filmaciones, Jackie se ha roto la nariz, pómulos, dedos, una rodilla y hombro, se dislocó la pelvis y tuvo una fractura de cráneo. Pero fuera de cámara, el actor no es tan rudo como aparenta, ya que le tiene pavor a las agujas.
A pesar de su difícil niñez y de haber fracasado en la escuela primaria, Jackie Chan ahora habla siete idiomas. El millonario también cuenta con varias fundaciones filantrópicas y se ha puesto como meta ayudar a otros jóvenes a cumplir con sus sueños.
Con información de Asia One, The Guardian, Shanghaiist y Goal Cast