Luis Buñuel es considerado uno de los cineastas más importantes del movimiento surrealista, pero su carrera siempre se vio atropellada por los conflictos políticos, hasta el punto de frustrar uno de sus proyectos más ambiciosos: llevar al cine La Regenta, novela escrita por Leopoldo Alas “Clarín” en 1885.
La historia de Alas narra las desventuras de Ana Ozores, joven casada con un regente mayor bastante despistado, don Víctor Quintanar. Ana es acosada por el coqueto Álvaro Mesía y termina por ceder ante sus encantos debido al abandono en que la tiene su marido.
El triángulo amoroso termina en tragedia cuando el amante mata en un duelo al marido. Y después del enfrentamiento, la pobre Ana vive despreciada por todos y sumida en el aislamiento. El sufrimiento de la protagonista fue empleado por el escritor para criticar la hipocresía de las normas sociales.
La La Regenta de Alas se convirtió para algunos críticos en la mejor novela española después del El Quijote y Buñuel no fue inmune a su encanto. El cineasta era un adicto a los libros y contaba con un ejemplar de la novela en su biblioteca personal, a pesar de que la historia fue censurada durante la dictadura de Franco.
El productor Serge Silberman conversa con Buñuel en el set de Ese oscuro objeto del deseo (Foto: AFP)
Debido a su amor por la historia, era imposible que Buñuel no fantaseara con adaptarla al cine. El cineasta incluso discutió el proyecto con Julio Alejandro, su co-escritor en los guiones de Nazarín y Viridiana. Ambos decidieron que la actriz ideal para encarnar a Ana sería Aurora Bautista, uno de los rostros más conocidos del cine clásico español.
Pero había un obstáculo importante: los escenarios. Buñuel estaba convencido de que la cinta tenía que filmarse en la región de Asturias, debido al clima que se da en esta área y que sirvió como inspiración para crear la ciudad ficticia donde se lleva a cabo la La Regenta.
Para el director, quien había abandonado España en plena Guerra Civil y se encontraba exiliado desde entonces, era imposible regresar a su patria para filmar la cinta debido a sus actividades políticas de aquel momento. A pesar de vivir en México, donde hay construcciones coloniales que podrían servir como reemplazo para las locaciones originales, el cineasta estaba convencido de su decisión y se negó a adaptar el proyecto.
Luis Buñuel captado en el rodaje de Robinson Crusoe (Foto: El Universal)
A pesar de este disgusto, La Regentanunca abandonó por completo a Luis Buñuel. En varias de sus cintas se muestran temas y situaciones similares a las de la novela, como una recreación de la Última Cenaque aparece en la película Viridiana, con ligeras diferencias en el texto del escritor Clarín.
Irónicamente, fue con Viridiana que Buñuel regresó a filmar en España. En 1960, luego de veinte años del fin de la Guerra Civil y aún con Franco en el poder, el director hizo los trámites necesarios para reingresar a su patria. El rodaje transcurrió sin altercados y la película se coronó con la Palma de Oro en Cannes en 1961.
A pesar de su éxito la cinta fue condenada a la censura por el régimen franquista, lo que rompió de nueva cuenta la relación entre Buñuel y su país de origen y eliminó para siempre la posibilidad de realizar La Regenta. Con un sabor agridulce, el cineasta dejó España por segunda ocasión y se enfocó en su producción en el extranjero, particularmente en México, el país donde residió hasta su muerte en 1983.
Con información de El Mundo, Centro Virtual Cervantes y El País
