Cuando se filma una película, y en ella se incluyen escenas de sexo, nunca faltan los rumores sobre qué tan real es la toma. Y es que a veces, en el afán de darle realismo, se pueden improvisar elementos, aunque éstos no sean del total agrado de los participantes.
Así ocurrió en una de las cintas emblemáticas de la década de los 70, El último tango en París (1972), dirigida por el italiano Bernardo Bertolucci. Antes de comenzar el rodaje de la polémica escena, Marlon Brando estaba untando mantequilla en un pan para su desayuno, cuando se le ocurrió una horrible idea. Se la comentó al director y él decidió filmarla.
(Foto: AP)
Ambos tomaron la decisión de emplear mantequilla como lubricante y que el actor introdujera sus dedos en el ano de María Schneider. Bertolucci señaló que no quería que la joven de 19 años de edad, “fingiera” la humillación, sino que la sintiera.
En 2007, la actriz francesa confesó a Daily Mail lo mal que se sintió al ser forzada a realizar esta secuencia. Indicó que debió tener a su agente o a un abogado en el set, porque no se puede forzar a alguien a hacer algo que no está en el guión.
Dijo que durante la escena, aunque ella sabía que no era real, estaba llorando de verdad, porque se sintió humillada y “un poco violada por ambos, tanto por Marlon como por Bertolucci”. Así es, los gritos y la cara horrorizada de la joven no formaban parte del guión…
(Escena El último tango en París)
Tras el rodaje de la película, María entró en una espiral de autodestrucción; tenía problemas con las drogas, era internada en centros psiquiátricos e intentó suicidarse. Falleció en el 2011, a los 58 años de edad, víctima de cáncer de pulmón, pero ni Brando (fallecido en el 2004) ni Bertolucci le pidieron perdón jamás.
Y aunque en internet se aseguraba que se había tratado de una “macabra violación”, dando por entendido que toda la relación no fue consensuada. María dejó en claro en varias entrevistas que las escenas de sexo de esta polémica película no habían sido reales, sino que el elemento de la mantequilla fue lo que la enfureció.
El cineasta reconoció en una entrevista que Schneider terminó odiándolo, pero que no se arrepentía de haber tomado esa decisión, pues aunque se trató de algo grave, “las provocaciones son a veces más importantes que las explicaciones”.
Incluso, ante del escándalo que se formó alrededor de la secuencia, Bertolucci emitió un comunicado con el que quiso dar carpetazo al asunto: "Quisiera por última vez aclarar la ridícula equivocación que sigue suscitando 'El último tango en París' en diarios de todo el mundo... María sabía todo porque había leído el guión en donde todo estaba descrito... Lo único nuevo con respecto al guión fue la idea de la mantequilla".
Esta cinta les dio la nominación al Oscar a Mejor Director y Mejor Actor, a Brando y a Bertolucci, respectivamente. Pero algo que es cierto, es que ver de nueva cuenta este clásico, ya no será igual. Aquí te dejamos la polémica escena…
¿Conoces la película? ¿A tí qué te parece?
Con información de La Vanguardia, Univisión y ABC