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Los cómicos más tristes del cine mexicano

El 25 de enero de 1916 nació Adalberto Martínez "Resortes", a cuyos personajes en las películas que realizó, casi siempre le bajaban a la novia...

El Universal
25/01/2018 |06:00

En la comedia suele haber de todo tipo de cómicos, profesionales que por la gracia que poseen, lo famoso de sus personajes o bien, la forma en que lucen, son atesorados en el cine mexicano, sobre todo el que se realizó en la Época de Oro de México. Dentro de estos, podemos encontrar los comediantes que son muy graciosos por su forma de actuar o los buenos guiones que se les presentan, pero también hay otros que, si bien, tienen gran fama, en realidad lucen caracteres más dramáticos que alegres.

Dentro de estos personajes podemos encontrar a los siguientes cómicos, que a pesar de ser los protagonistas de la cinta, el público nunca sentía que en verdad fueran los “afortunados” de la misma, en ocasiones llegaban a hacer llorar a los espectadores con escenas muy, muy tristes

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1: Mario Moreno "Cantinflas"

Nació el 12 de agosto de 1911 en la Ciudad de México, pero rápidamente comenzó a filtrarse en el mundo de la comedia a través de las carpas. Comenzó a disfrazarse como peladito y así hizo su personaje que se distinguía por un juego de palabras que luego se ganó el término de “cantinflear”.

Tuvo gran éxito no sólo en México sino también en Estados Unidos y Francia, incluso ganó un Globo de Oro en 1956, pero durante sus películas no era el clásico galán. Fue además uno de los precursores de la Época de Oro del Cine en México y también fue reconocido por su gran activismo político contra el charrismo sindical.

Con su muerte, el 20 de abril de 1993, se fue uno de los últimos pioneros del cine mexicano de la época dorada. A sus exequias asistieron cientos de connacionales.

Su fama y trabajo lo respaldan, pero su comedia era una especie de combinación entre lágrimas y risas, pero basadas, casi siempre, en su desgracia.

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2: Adalberto Martínez "Resortes"

Trabajó por más de 10 años, fue reconocido por su talento como bailarín, lo que le ganó su apodo. El actor comenzó su carrera como miembro de un circo y debutó en el cine en 1946. Durante su vida hizo más de 100 cintas y participó en series de televisión. "Resortes" nació en barrio de Tepito en la Ciudad de México y murió en la misma el 4 de abril de 2003, debido a una neumonía causada por el tabaquismo, también tenía problemas con el alcohol y las drogas.

Su forma de hablar y los personajes que se le asignaban hacen que fuera un cómico que tenía la tristeza en los ojos, nunca era él quien se quedaba con la chica de la historia. ¡Ay, mamachita! 

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3: Antonio Espino “Clavillazo”

Nacido en Puebla el 13 de agosto de 1910, fue un actor que también nació en las carpas. Su personaje se caracterizaba por ser un hombre vestido con pantalones amplios, saco de mangas largas y un sombrero de tres picos, además de sus frases ¡Pura vida!", "¡Ay nomáaaas!"o "¡Nunca me hagan eso!", "¡Méndigo!, que más que alegría desplegaban desesperanza.

Fue en 1943 cuando llegó a la Ciudad de México, donde comenzó a vender perfumes a los actores de las carpas, para luego empezar a trabajar en la compañía de Fernando Soler, su apodo se lo ganó porque se pintaba clavos en los ojos, por ello Resortes lo bautizó como “Clavillazo”. Era un hombre que hasta cuando decía algo gracioso se podía notar su tristeza al hablar.

Murió el 24 de noviembre de 1993 en la Ciudad de México a los 83 años.

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4: Fernando Soto "Mantequilla"

Tal vez su nombre no te suene, pero su apodo, seguro sí. Era conocido por aparecer en las cintas de Pedro Infante como su ayudante o criado. Es uno de los actores más queridos del cine por sus formas de hablar y su físico pequeño y robusto. A pesar de que nunca fue el protagonista de una cinta, siempre se colocó como uno de los mejores actores coestelares de la Época de Oro. Debido a su desenvolvimiento en escena, solía robar la escena a los protagonistas.

"Mantequilla" nació el 15 de abril de 1911 y fue hijo de otro cómico del cine Roberto Soto “El panzón Soto”. Apareció al lado de Luis Aguilar, David Silva y Jorge Negrete, pero sus participaciones y su rostro afligido hacen que su comedia fuera más dramática que graciosa.

5: Joaquín Pardavé

Alrededor de su persona se envuelve un rumor que ha sorprendido al mundo, aunque nunca fue comprobado, se asegura que fue enterrado vivo y se asfixió dentro de su ataúd cuando no fue rescatado.

Párdave nació en  Pénjamo, Guanajuato, el 30 de septiembre de 1900. Fue pareja artística de Roberto "Panzón" Soto y se colocó como uno de los primeros cómicos en surgir de las carpas. Además de ser actor, fue director de sus propias cintas, así como guionista.

Sus papeles lo hacían parecer más como un hombre bonachón y mandilón, que gracioso.

6: Gaspar Henaine “Capulina”

Gaspar Henaine nació en Chignahuapan, Puebla, el 6 de enero de 1926 y se hizo famoso gracias al dúo que formó con Marco Antonio Campos “Viruta”. "Capulina" era un personaje grande y robusto que se caracterizaba por sus pucheros, tenía una forma de hacer reír más dramática que cómica.

Fue pionero en la televisión mexicana en el canal 2 y el canal 4 y se hizo famoso en toda Latinoamérica cuando comenzó a filmar películas para niños con Viruta. Eran un símil de lo que en Estados Unidos hacían El Gordo y el Flaco, hasta que se separaron por diferencias profesionales.

"Capulina" no era el típico héroe de la cinta y aunque fue catalogado como El Rey de Humorismo Blanco, su gracia era más bien a sus costillas que por sus actos cómicos.

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