Cuando Guillermo del Toro era un niño y crecía en Guadalajara, su madre le regaló, a él y sus hermanos, un escritorio para cada uno. El escritorio del hoy cineasta, era uno de estilo victoriano, donde comenzó a guardar sus cómics y las figuras de acción que desde aquel entonces ya le llamaban la atención. Esa habría sido el primer guiño de su colección.
Desde ese momento, este cineasta ha coleccionado un gran número de máscaras, monstruos y criaturas míticas, ha usado a sus propios personajes, los que han sido de su agrado, y los ha metido a su casa. Sí, a su casa.
En su casa, cerca de su oficina, en Los Ángeles, mantiene su colección desde que es niño, también guarda más de 10 mil libros, juguetes, pinturas, películas, todo lo necesario para un ambiente macabro.
Foto: Berenice Fregoso / EL UNIVERSAL
Así es la casa de Guillermo del Toro, un niño en la figura de un hombre, el ganador del León de Oro por la mejor película de 2017, La forma de Agua. Mexicano, revelador, oscuro, Del Toro en la Casa de los Horrores, así lo menciona Cine Garage
En inglés, el nombre de su territorio es Bleak House, comprende dos casas, y es considerado uno de los tesoros del cine oscuro, que ha ido alimentándose poco a poco con el director. De entre los monstruos destacan los libros de Edgar Allan Poe, y la figura de H. P. Lovecraft.
Foto: Berenice Fregoso / EL UNIVERSAL
De acuerdo con Cultura Colectiva, el lugar luce elegante, esta repleto de textos sobre ocultismo, mitología, terror y anatomía. Está la presencia de los maestros del terror, alfombras que adornan el suelo y las mesas de caoba en cada habitación. Extraños seres se apostan en cada esquina para resguardar el templo de Del Toro.
La casa le sirve a Gillermo como fuente de inspiración, según una entrevista que le dio a The New York Times. Aquí se puede ver la imaginación, la fantasía, lo espeluznante del mundo que el director ha impuesto en su filmografía.
Foto: Berenice Fregoso / EL UNIVERSAL
De estilo victoriano, las paredes rojas, los muebles, una muñeca demente y un gigante de bronce… todos contribuyen a la gran imaginación que este hombre del séptimo arte posee. Aquí es donde se sientan los guionistas, escritores o animadores cuando, dirigidos por Del Toro están dispuestos a crear magia, creen en fantasmas, en miedo, en escalofríos, en lo gótico.
En Bleak House, se instalan más de 700 obras originales, que de hecho estuvieron presentándose en el Los Ángeles County Museum of Art el año pasado, la muestra viajó a Toronto, Barcelona, París y otras ciudades más.
Foto: Berenice Fregoso / EL UNIVERSAL
Del Toro no vive ahí, pero ahí tiene apostada su oficina, su hija y esposa se sienten impresionadas por lo espeluznante, así que están al lado, dejando que Frankestein reine en sus aposentos.
“Si caminamos por las dos casas, no solo verías las películas que he hecho, sino las que voy a hacer”, dijo de Toro en la entrevista que dio al diario.
Foto: Berenice Fregoso / EL UNIVERSAL
De acuerdo con The Independent, la mejor pieza del recorrido es la enorme cabeza de Frankenstein que se ha apostado en la entrada de la oficina, es como la punta del iceberg que lidera el recorrido, ahí donde el director cree que pasa por los menos el 90% de su tiempo, acompañado de sus música, su Edgar Allan Poe y su historia.
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