El 19 de septiembre de 1985 fue un nuevo despertar, uno de ellos tuvo que ver con la seguridad de que ante cualquier desgracia, nada podía romper a los mexicanos.
El terremoto que azotó el territorio nacional a las 7:19 de aquel jueves, lanzó a las calles a un grupo de hombres que poco a poco se fueron ganando un lugar en la memoria colectiva.
Eduardo Acevedo, que en ese entonces tenía 20 años, recuerda ver a la gente de la casa frente a la suya, arrodilladas rezando por misericordia, y sin saber cómo, comenzó a caminar hacia el centro de la ciudad de México. Era una zona de desastre.
Acevedo caminó por la avenida Juárez, donde se podía ver el Hotel Regis caído a pedazos, un centro comercial incendiándose, una locura total.
Ese 1985, como hoy, 32 años después, la gente, los ciudadanos de pie fueron quienes se lanzaron a las calles para ayudar. Un grupo de voluntarios comenzaron a rescatar a las víctimas con sus propias manos, entre ellos estaba Acevedo, quien fue entrevistado por la BBC.
Pronto comenzaron a ser conocidos como Los Topos, por su habilidad para moverse entre los terrenos derrumbados, ellos salvaron a miles de personas, pues en aquel momento, el gobierno de México había tardado en actuar.
En ese 1985, los Topos tenían herramientas que habían traído de sus casas, palas, picos, martillos, pero sobre todo sus manos. Es necesario recordar que en ese momento, los cuerpos de rescate no se movían de la misma manera que ahora, no había un entrenamiento previo, como hoy con el sismo que golpeó a México en este 2017, hemos podido ver gente especializada en rescates, pero hace 32 años, las únicas herramientas eran las manos.
Eduardo Acevedo, recuerda que él acababa de salir de un entrenamiento en el Ejército, apenas había tomado un curso como brigadista, pero como no tenía trabajo se quedó a ayudar en el centro. Su primer rescate fue el de una mujer que se estaba bañando cuando ocurrió el sismo de 1985, y no quería salir, pero fue rescatada por él antes de que su edificio cayera.
Hay que tener en claro algo, Los Topos, tanto los mexicanos como los internacionales, son los únicos que se meten a los escombros cuando nadie quiere, que se arriesgan en estas situaciones.
"Yo tuve un patrón. Me dijo 'vas a conocer el mundo, pero totalmente devastado'. Él tenía razón. Vamos a los sitios que todo el mundo está abandonando", señala Acevedo quien ha rescatado decenas de víctimas de entre escombros.
Para febrero de 1986, se constituyó legalmente la Brigada de Rescate Topos de Tlatelolco A.C, aunque hay que recordar que de esta se derivó el grupo Topos Azteca, ellos no reciben donaciones, pero si los ves, (se distinguen por su traje color naranja) puedes donar comida para ellos o para sus mascotas, pues no aceptan dinero, pero de igual forma están ahí ayudando a los mexicanos.
Topos de Tlatelolco
Esta brigada (de traje color rojo) no tiene fines de lucro y se sostiene ÚNICAMENTE de donaciones voluntarias de los ciudadanos, pues no dependen de ninguna institución. Son un grupo de más de 200 personas, pero no pueden actuar todas sin no tienen el material por lo cual es indispensable que dones para ellos.
Si has escuchado de Topos internacionales que han acudido a la emergencia de este 2017 a México, es porque ellos mismos han dicho que que los Topos mexicanos han ayudado en sus países, el desastre nuclear de Fukushima, en el rescate de los mineros en Chile y muchos siniestros más. El valor de nuestros Topos es de suma importancia.
Topos Azteca
Aquí están, 32 años después, con la misma garra, la mayor entrega, ellos no resurgen de los escombros, ellos se funden con éstos para buscar la mínima posibilidad de aliento.
¡Gracias, Topos!
Si quieres donar para ayudarlos ¡hazlo aquí!