El 15 de abril de 2019, las llamas y el humo pudieron apreciarse saliendo del techo de la catedral de Notre Dame. Ante la vista incrédula de los parisinos y turistas, un incendio comenzó a consumir parte del techo de este símbolo histórico de Francia.
Las primeras versiones vincularon el fuego a los trabajos de remodelación que se llevaban a cabo en la estructura. En el lugar ya se reúnen curiosos y servicios de emergencia que intentan controlar la situación.
Construida entre los siglos XII y XIV, cada piedra de esa catedral es una joya histórica, al ser un recuerdo del poderoso rol que jugó Francia como centro espiritual y económico en Europa. Pero en su interior, se esconden aún más secretos y en De10.mx, te presentamos los aspectos menos conocidos de esta edificación:
Île-de-la-Cité, zona en la que se encuentra la catedral de Notre Dame, está cimentada sobre la ciudad galoromana de Lutetia. Debajo de Notre Dame se han encontrado restos de un altar construido para Júpiter y otras deidades antiguas.
Imagen de la catedral de Notre Dame del 31 de agosto de 1944, cuando aún se libraba la Segunda Guerra Mundial. (Foto: U.S. Army Signal Corps/ AP)
En el tejado de la catedral había un recubrimiento de madera construido por 52 acres de árboles, talados en el siglo XII. Históricamente, a esta estructura se le conoce como “El Bosque”.
En 1793, una multitud atacó la catedral y tiró las cabezas de 28 estatuas de reyes bíblicos que decoraban su fachada. Con el tiempo, se recuperaron 21 de las cabezas originales, que se exhiben en el Museo de Cluny.
Uno de sus tres portales, bautizado el Portal de Santa Ana, tiene un estilo mucho más antiguo que el resto de la Catedral. Esto se debe a que fue tomada de otra iglesia y “reciclada” para insertarla en Notre Dame.
Antes y después del campanario de Notre Dame. (Fotos: Ludovic Marin y Geoffroy Van Der Hasselt / AFP)
A pesar de la ilusión óptica que las hace lucir casi idénticas, las dos torres de Notre Dame no son exactamente gemelas. La torre norte es ligeramente más grande que la sur, hecho que no se aprecia a simple vista.
Imagen del incendio en la catedral de Notre Dame en París. (Fotp: Patrick Anidjar/AFP)
Durante la Revolución Francesa, la catedral corrió con la suerte de otras iglesias del país y sus 20 campanas fueron retiradas y derretidas para hacer cañones.
Imagen panorámica del incendio de la catedral de Notre Dame en París. (Foto: Thibault Camus/AP)
La única que escapó a la masacre fue una campana colosal bautizada como Emmanuel, que data de 1681. Aunque el resto de las campanas fueron repuestas en el siglo XIX, Emmanuel es la única pieza del juego original que sobrevive y aún resuena en ocasiones especiales.
En 1831, Víctor Hugo publicó su famosa novela Nuestra señora de París, también conocida como El jorobado de Notre Dame. En aquella época, la estructura estaba en deterioro y había caído en el olvido. Luego del éxito que tuvo la obra de Victor Hugo, Francia rescató la catedral y restauró su gloria.
Durante la radical restauración, el arquitecto Viollet-le-Duc le puso su rostro a la escultura de San Tomás, uno de los doce apóstoles colocados alrededor de la aguja de la catedral.
(Foto: El Universal/ Reuters/Benoit Tessier)
En la cima de su aguja está colocado un gallo metálico que sirve como pararrayos. En 1935, tres reliquias sagradas se colocaron en el interior del gallo. Se trataba de una pieza de la Corona de Espinas y partes de San Denis y Santa Genevieve. La idea era crear un pararrayos que no sólo protegiera contra el fenómeno natural, sino que también extendiera su bendición a los creyentes en su interior.
(Foto: El Universal)
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