Estas mujeres destacaron en la historia universal por ser inteligentes, estrategas, maquiavélicas y muy polémicas, situaciones que les hicieron ganarse un sobrenombre con el que pasaron a la historia.
La monarquía siempre ha vivido expuesta a la sociedad, y muchas de sus costumbres las dejan ver como seres infernales. Algunas sí lo eran, otras, sólo fueron víctimas de las circunstancias y de sus más bajos instintos.
En la humanidad han existido mujeres, miembros de la realeza, que han sufrido y hecho sufrir durante su reinado, que han sido protagonistas de una historia en la que su apelativo, básicamente, resume lo que fue su vida.
María I de Inglaterra o María Tudor nació el 18 de febrero de 1516 y ella llevaba el apodo de “Bloody Mary” por toda la sangre derramada durante su Gobierno. Pero como ya mencionamos, ella nos ha sido la única, y en De10.mx te decimos las razones por las que estas mujeres se ganaron a pulso el mote que acompaña su nombre.
Desde un principio su vida estuvo marcada por la fatalidad. Sus padres esperaban un varón, pero María fuer la única hija que tuvieron. A los 37 años de edad subió al trono de Inglaterra y se casó con Felipe II de España, pero su breve reinado dejó un amargo recuerdo. Restableció antiguas leyes contra los herejes y mandó a la hoguera a más de 300 protestantes. Por la dureza con la que procedió, se le comenzó a dar el apodo de “Bloody Mary”, con el que ha pasado a la historia.
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Fue hija de los Reyes católicos de España. Se casó con Felipe “El Hermoso” a quien amó desde el momento en que lo vio. Sin embargo, gracias a las infidelidades de él, perdió la razón por completo. Fue anoréxica y su confesor dijo que tenía un corazón duro y sin piedad.
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Ella y Fernando llegaron al trono luego de una encarnizada lucha familiar. Expulsó a los moros y judíos de España e instauró la inquisición. Condenó a la hoguera a más de 2 mil personas y su apodo lo debe a esa gran fe religiosa que profesaba. De hecho, se le quiso canonizar durante la Guerra Civil.
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Catalina II de Rusia se ganó este apodo gracias a que expandió y modernizó su imperio. Algunos decían que era la reina de los juegos sexuales y que tenía una habitación erótica adornada con falos de madera. Algunos dicen que murió mientras era penetrada por un caballo.
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Se le conoció así porque nunca se casó. Pero eso no le impidió gozar plenamente de su sexualidad, pues tenía una adicción a mantener encuentros sexuales con sus súbditos. Fue reina de Inglaterra entre 1558 y 1603.
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Tuvo un pasado bastante cruel. Fue huérfana y sufrió las infidelidades de su marido. Sin embargo, era una excelente estratega política y una gran conspiradora. Se ganó el apodo gracias a que consentía las relaciones incestuosas entre sus hijos, por gobernar con mano de hierro en Francia y por su vida llena de pasión y venganza.
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Nació en 1560 en Byrbathor, en Transilvania, en la Hungría profunda. Se ganó este apodo porque tenía una obsesión de secuestrar a jóvenes hermosas para matarlas y beber su sangre, ya que pensaba que así permanecería joven por siempre.
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Fue la reina destronada, despilfarradora y tachada de frívola. Acusada de los crímenes más degradantes y ejecutada en la plaza de la Revolución de París. La archiduquesa de Austria fue acusada de conspirar contra Francia y de promover intrigas de toda especie, de satisfacer sus caprichos arruinando las finanzas del país y de mantener una relación incestuosa con su hijo Luis Carlos. Fue odiada por un pueblo acosado por el hambre. Murió en la guillotina a los 37 años de edad, 9 meses después que su esposo, el rey Luis XVI. Su apodo se debe a que trataba de agradar y obrar con acierto, pero no lo conseguía.
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Fue la reina de España entre 1833 y 1868. Asumió el trono sin haber cumplido aún los tres años de edad. A los 16 años se casó con su primo Francisco de Asís de Borbón, con quien formó una pareja llena de escándalos sexuales, convirtiéndose en la comidilla de la nobleza. Su vida amorosa estuvo repleta de amantes y aventuras esporádicas, y su reinado estuvo plagado de sobresaltos de todos tipo, desde las Guerras Carlistas hasta su exilio por la Revolución de 1868.
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Su vida no fue un camino de rosas. Desde que salió de su mundo infantil en la corte francesa rodeada de hermanos y medio hermanos, siendo aún una niña, llegó a España para casarse con quien se convertiría en Felipe IV. Tuvo que soportar las infidelidades de su marido y ver como nacían hijos ilegítimos mientras ella sufría continuos abortos o muertes prematuras de sus hijas. Solo dos de sus hijos llegaron a la edad adulta.
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Con información de National Geographic, ABC y Muy Historia
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