Duele aceptarlo pero los 90 y los 2000 ya son considerados retro. Si te has sentido como un anciano cuando tus sobrinos o hijos te agregan a Facebook o cuando ves a los niños caminar por la calle con iPads, seguro sabes a qué nos referimos.
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Hay situaciones que simplemente no podremos rescatar del pasado, como ordenar una pizza a través de las sección amarilla o seleccionar el mejor título de las opciones de Word Art y sentirte como diseñador gráfico. Sí, la vida es más fácil ahora, pero no podemos evitar sentir nostalgia.
Aunque hay cosas que están mejor en el pasado, en el #DíaDelNiño queremos recordar 10 problemas que tuviste si creciste en la década de los 90 y 2000...
1. No podías usar el teléfono y el Internet al mismo tiempo
Eso significaba gritarle a tu mamá para que dejara de hablar con tu tía porque tenías que hacer tarea o escuchar la interferencia de la conexión a media llamada. Seguro escuchar este sonido te traerá recuerdos:
2. Todos cargaban consigo estas tiras y sabían como trenzarlas
¿Para qué servían? Para juntar polvo al fondo de un cajón... Seguro tejiste una en panza de víbora.
Foto: Pinterest
A finales de 2003 Lance Armstrong lanzó una pulsera amarilla con la leyenda “Live strong” (Vive fuerte). Se supone que con la venta de este accesorio apoyabas la investigación sobre el cáncer, pero de la noche a la mañana se convirtió en una moda. Había versiones piratas, pulseras de otros colores e incluso se lanzaron algunas para eventos específicos.
El chiste es que todos íbamos por la vida con los antebrazos cubiertos de estas pulseras, aunque se aguadaran muy rápido y jalaran los vellitos de los brazos.
4. Nuestro Spotify
Amor del bueno no era que te dedicaran una playlist sino que te que quemaran un CD, y luego escribieran las canciones en la superficie. Menos romanticismo que un mixtape pero mucho mejor que Spotify, en nuestra humilde opinión.
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5. ¿No hay internet? Saquen los juegos de Windows
No conocemos a nadie que haya ganado en el Buscaminas. Los más seriecitos se entretenían con el solitario. Pero lo mejor era el pinball con el que podías pasar horas y horas jugando.
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6. Elegir una película en el Blockbuster
Lo más divertido que podías hacer el fin de semana era ir a rentar una película a Blockbuster. Había algo muy especial en pasar horas entre los pasillos llenos de DVD's de cintas que no habías visto, solo para regresar a casa con Mini Espías por octava vez.
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7. Los zumbidos en Messenger
Hoy es muy sencillo que te dejen en “visto” el mensaje, pero en nuestros tiempos había una táctica terrorista que consistía en mandar zumbidos por Messenger hasta que nos hicieran caso. Además, el ancestro de las historias de Instagram eran los estados de Messenger, que todos usábamos para mandar indirectas.
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8. Perder la bolita del mouse
Ustedes no lo saben, pero antes había una pelotita dentro del mouse y niño noventero que se respete la sacó para jugar con ella… y la perdió.
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9. Que te quedaras sin pila en tu discman
Si tenías pilas también era un problema, porque no había forma de cargarlo discretamente en el pantalón o la chamarra.
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10. “Buenas tardes señora, ¿está Fulanito?”
Apuesto a que no lo has pensado, porque hoy lo normal es hablar directo en línea o por celular con tus amigos. Pero cuando a penas comenzaban a usarse los teléfonos móviles, no todos tenían uno y en las casas lo más común era tener que prepararte para que te contestaran los papás de tu compa o hasta tus suegros, antes de poder hablar con la persona que querías contactar.
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