Cuando se va a estrenar una película en cualquier parte del mundo, estamos acostumbrados a que previamente se lanzan los posters oficiales para promocionar la cinta, pero en algunas zonas de África eso no ocurría y los carteles tenían que ser pintados a mano, así que algunos resultaban muy perturbadores.
En las décadas de los 80 y 90, en África se creó una ley que impedía importar publicidad del occidente, lo que incluía a las películas. Sin embargo, como casi siempre pasa, la población se las ingeniaba para tener acceso a las producciones hollywoodenses.
Específicamente en Ghana existió un negocio llamado “cine móvil” el cual fue desarrollado por empresarios que recorrían el país proyectando películas. Solo necesitaban una furgoneta, una pantalla, un generador de electricidad portátil y las cintas VCR y VHS.
Se trataba de cine clubes piratas que proyectaban las películas sin licencia. Tenían lo mejor de Hollywood, los éxitos de Nigeria y otros títulos de Hong Kong y Bollywood.
El objetivo de estos cines sobre ruedas, era entretener a los aldeanos tras un duro día en el campo o el mercado, pero a medida que las personas mostraron interés en este negocio, comenzó a surgir la competencia.
Ante el crecimiento de la oferta, los operadores de cine móvil se vieron en la necesidad de hacerse notar entre los demás, por lo que entró en juego el tema de la publicidad. Y aquí es donde hacen su entrada los carteles de las películas.
Antes de que los posters se produjeran de manera masiva, la única manera que se tenía de promocionar un éxito de taquilla era pintando los carteles a mano, sobre sacos de harina.
Póster de Terminator, 1984. (Foto: Facebook)
Artistas locales de Ghana obtenían dinero imitando lo mejor que podían los pósters de las películas. En la mayoría de los casos se alejaban de la realidad, con los actores mal diseñados o con errores ortográficos.
La mayoría de las ocasiones, los carteles eran pintados sin que el artista hubiera visto la película o algún tráiler, lo que provocaba que sus pinturas resultaran muy extrañas a ojos del público occidental. Además, se tomaban algunas licencias creativas y colocaban cosas que no incluía la película, con el único objetivo de generar curiosidad y atraer más gente a los clubes de cine.
La creación de estos posters artesanales comenzó a morir a mediados de los años 2000 en Ghana, cuando la reproducción de cintas en los hogares comenzó a masificarse y las impresiones de los carteles comenzaron a ser más prácticas, que realizar una pintura que tardaba varios días en terminarse.
Por más extraños que sean, para algunos coleccionistas, estas pinturas son consideradas como auténticas representaciones de arte kistch africano, las cuales se han llegado a vender hasta en 50,000 dólares (casi un millón de pesos mexicanos).
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Aquí en De10.mx recopilamos algunas de estas joyas de la publicidad que encontramos en el Facebook de Diseños Fallidos y Publicidad Pirateadas… ¡mira!
10 pósters de películas pintados a mano en África
1. Space Jam (1996)
2. X-Mex (2000)
3. Papá por siempre (1993)
4. Matrix (1999)
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5. Alien vs Depredador (2004)
6. E.T., el extraterrestre (1982)
7. Ghost Dog: el camino del samurái (1999)
8. Indiana Jones (1981)
9. Jurassic Park (1993)
10. Mi pobre angelito (1990)
Con información de CNN y Sensacine
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