');background-size:13px 13px;background-position:9px;background-color:#fff;background-repeat:no-repeat;box-shadow:0 -1px 1px 0 rgba(0,0,0,.2);border:none;border-radius:12px 0 0 0;cursor:pointer}body:not(.i-amphtml-subs-grant-yes) .i-amphtml-subs-dialog-close-button{display:none}.i-amphtml-subs-progress{height:2px;background-color:#ccc;position:relative;margin:8px;overflow:hidden}.i-amphtml-subs-progress:after{content:"";background-color:#2196f3;height:2px;position:absolute;left:0;top:0;width:20%;animation:i-amphtml-subs-loading-progress 1500ms ease-in-out infinite}@keyframes i-amphtml-subs-loading-progress{0%{transform:translateX(-100%)}to{transform:translateX(500%)}}@media (min-width:480px){amp-subscriptions-dialog{width:480px!important;left:-240px!important;margin-left:50vw!important}} /*# sourceURL=/extensions/amp-subscriptions/0.1/amp-subscriptions.css*/
Sí, es cierto parece que todos en algún momento tomamos una mal decisión, por una u otra razón, sabemos que está mal, pensamos en hacer algo más, pero finalmente caemos en esa tentación que no traerá cosas buenas, que para nosotros puede ser dolorosa o vergonzosa, pero para nuestros amigos o conocidos resultará muy graciosa.
Estos ejemplos fotográficos que te mostramos a continuación son la muestra de cómo un error puede hacer las delicias del humor de otro.
Podrás ver que no todos nos dejamos guiar por la lógica y que con una decisión diferente las cosas hubieran sido distintas.
Con información de Planeta Curioso