El término Inquisición hace referencia a las instituciones que fueron creadas con el fin de suprimir la herejía (que se consideraba cualquier doctrina que estuviera en oposición al dogma de la iglesia) dentro del seno católico. La inquisición medieval, de la que derivaron las demás, fue fundada en 1184 en el sur de Francia para combatir a los cátaros. En sí, la inquisición se constituyó hasta 1231 con las ex comuniones del papa Gregorio IX, quien sometió a los inquisidores a la jurisdicción del pontificado y estableció los castigos a los que se sublevaran.
En España, el Tribunal de la Santa Inquisición fue fundado en 1478 por los Reyes Católicos de España, Isabel y Fernando, y en 1569 se instauró el Tribunal del Santo Oficio en Lima y México. La inquisición en América persiguió en especial a los judíos conversos, los luteranos o los flamencos y desapareció en 1820 en la Nueva España, cuando se trabajaba en consumar la Independencia de México.
Los métodos de castigo eran conocidos por su crueldad, mientras que lo mismo ocurría con las formas de ejecución, en la mayoría de los casos los herejes eran quemados vivos en la hoguera o llevados a la horca. Sí, todos tenían derecho a un juicio, pero éste era claramente ilegal, pues no daba oportunidad al acusado de defenderse.
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En México, algunos de los lugares donde se llevaban a cabo las ejecuciones, era en lo que hoy se conoce como la Alameda del Centro Histórico en la ciudad de México, en el atrio del Convento de San Diego.
A nivel internacional, estos son algunos de los personajes que fueron perseguidos y en algunos casos asesinados por el Tribunal de la Santa Inquisición.
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Con información de historiaybiografias.com, xatakaciencia.com y mx-df.net