La boda de la princesa Diana y el príncipe Carlos fue todo un alivio para la familia real británica. Al cumplir los 30 años, el heredero al trono comenzó a sentir la presión para encontrar a una novia virginal y perfecta que cumpliera las expectativas de la monarquía. Entonces Lady Di apareció en escena…
La historia de amor entre Diana y Carlos parecía sacada de un cuento de hadas. Los novios se habían visto tan sólo 13 veces antes de llegar al altar, pero a nadie parecía preocuparle esta falta de intimidad en la pareja.
El 29 de julio de 1981, Carlos de Inglaterra y Diana de Gales se unían en matrimonio en la hermosa catedral de St. Paul. Alrededor del mundo, 750 millones de personas sintonizaron la transmisión en vivo de la ceremonia, convirtiéndola en la boda más vista de la historia hasta el momento.
Aunque ante el público el enlace fue todo un éxito, poco a poco se han ido develando secretos sobre lo que salió mal aquél día “perfecto”. En De10.mx te presentamos 10 datos poco conocidos detrás de la boda de ensueño que se convertiría en pesadilla para sus protagonistas:
1. La obsesión de Diana por su vestido
Para confeccionar su vestido de novia, Diana recurrió a los diseñadores David y Elizabeth Emanuel, a quienes dio instrucciones muy específicas para el modelo. David y Lady Di estaban obsesionados con romper el récord de la cola de vestido más larga en la historia de las bodas reales.
El resultado fue una cola que medía ocho metros. El vestido terminó por fabricarse en un ala del palacio de Buckingham, porque el taller de los diseñadores era demasiado pequeño para la tarea.
Foto: Archivo Photo AP
2. Señales de alarma
Diana había estado tan estresada en los meses antes de la boda que comenzó a perder peso, dificultando a los diseñadores tomar las medidas correctas. Al final, optaron por crear 5 vestidos diferentes, que abarcaban varias siluetas distintas.
Foto: Archivo Photo AP
3. La invitada incómoda
La princesa Diana sabía que Carlos aún tenía sentimientos profundos hacia su exnovia, Camilla Parker Bowles. El príncipe insistió en invitar a Camilla a la boda, pero Diana puso su límite y prohibió que fuera incluida entre los comensales del exclusivo desayuno matrimonial que se celebró en el Palacio de Buckingham.
Foto: AP Photo/David Cheskin/PA
4. La Princesa Rebelde
Aunque Diana había sido escogida como la princesa perfecta para amoldarse a las necesidades de la monarquía, comenzó a mostrar señales de rebeldía desde que pisó el altar. La princesa Diana dejó fuera la palabra “obedecer” al pronunciar sus votos, lo que causó polémica.
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5. Carlos olvidó besar a la novia
Nadie supo por qué a Carlos se le olvidó la mejor parte del casamiento: besar a la novia. El prínicipe tuvo que corregir su error momentos después y por este descuido, se inauguró una nueva tradición, cuando él y Diana se besaron en el balcón del Palacio de Buckingham, ante la mirada del público.
Foto: Archivo Photo AP
6. Diana se equivocó en el nombre de Carlos
Al intercambiar votos, Diana tuvo un pequeño error con el nombre de su futuro marido. En lugar de llamarlo Charles Phillip, lo nombró Philip Charles.
7. La niña accidentada
Una de las damas de honor de Diana fue Clementine Hambro, descendiente de Winston Churchill. Durante la ceremonia, la niña tropezó y comenzó a llorar, por lo que la princesa tuvo que acercarse a consolarla.
8. Seguridad extrema
Antes de la boda se montó un operativo intenso de seguridad. Se inspeccionaron coladeras y se colocaron francotiradores en el techo, porque se temía que terroristas irlandeses intentaran atacar a los novios.
Los diseñadores del vestido también tuvieron que tomar precauciones especiales, pero esta vez contra la prensa. Crearon un vestido de señuelo para evitar que el modelo se filtrara y destruían los bocetos luego de mostrárselos a Diana, porque los paparazzi hurgaban en la basura buscando pistas sobre el diseño.
Foto: Archivo Photo AP
9. Los regalos de boda
De parte de Estados Unidos, los Reagans mandaron un tazón de vidrio grabado y un centro de mesa de porcelana de la marca Boehm. Canadá les mandó una colección de muebles de madera antigua. Australia envió 20 bandejas de plata. Pero el que se lució fue el príncipe Fahd de Arabia Saudí, que le obsequió a la pareja un juego de relojes de zafiro y diamante, un brazalete, pendientes, anillos y aretes.
Foto: Archivo Photo AP
10. El pastel
Durante la recepción, la pareja de recién casados tuvo 27 pasteles de boda, horneados por David Avery, director de la escuela de cocina naval. El pastel principal tomó 14 semanas en prepararse.
Con información de Vanity Fair y Vogue
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