Ser la esposa de John F. Kennedy no debió ser fácil, y menos para Jacqueline Bouvier. Ella era una mujer educada, con gran control de sus emociones, pero no significaba que las infidelidades constantes de su marido no le afectaran.
Era la esposa del presidente de Estados Unidos, era Jackie Kennedy. Una mujer admirada en el mundo, por su inteligencia y glamour. Parecía que tenía la vida resuelta, pero un fatídico hecho le cambió la vida.
Jackie Bouvier y John F. Kennedy se casaron el 12 de septiembre de 1953. (Foto: AP)
Aquel 22 de noviembre de 1963, en Dallas, Texas, Jackie Kennedy perdió a su esposo. John F. Kennedy fue asesinado. Uno de los disparos contra el primer mandatario le dio justo en la cabeza y un trozo de su cerebro cayó en el traje Channel de su esposa, quien lo acompañaba a bordo de aquel mítico auto descapotado.
El auto trasladó a la pareja presidencial a la explanada de Parkland, el hospital principal de Dallas, pero los médicos no podían hacer mucho. Estuvieron 40 minutos intentando lo imposible: traqueotomía, maniobras de resucitación, pero nada se pudo hacer. John Fitzgerald Kennedy estaba muerto. La vida de Jackie se desmoronó…
Ese conjunto Channel es el único testigo que queda de aquel trágico día. Se encuentra en los Archivos Nacionales de Estados Unidos, en Maryland. Son pocos los que han podido contemplarlo. Se dice que se encuentra en una sala sin ventanas y con temperatura constante para preservarlo del paso del tiempo. De acuerdo con una petición de Caroline Kennedy, hija de Jackie y John, las prendas no podrán ser expuestas al público hasta el año 2103. Una vez cumplido el tiempo, los herederos de la familia decidirán el destino de ese conjunto histórico.
El día que John F. Kennedy fue asesinado. (Foto: Wikipedia)
1. Luego que John F. Kennedy recibió un disparo en la cabeza, Jackie subió a la zona del baúl hasta que un guardaespaldas logró hacerla ingresar de nuevo la auto para que el conductor pudiera acelerar y alejarse del lugar.
2. No se sabe qué era lo que pretendía Jackie Kennedy. Algunos señalan que su instinto la llevó a recoger la masa encefálica de su marido que quedó esparcida en el auto; otros creen que intentó subir la capota para protegerse, mientras que otros afirman que, en su desesperación, quiso salir del auto.
3. Durante todo el camino al hospital, Jackie Kennedy sostuvo en su regazo la cabeza de John. La sangre le empapó su conjunto Channel rosa, pero ella procuraba que el cerebro de su marido no saliera de su cráneo.
La pareja Kennedy, minutos antes del magnicidio. (Foto: Especial/El Universal)
4. Jackie Kennedy no quiso quitarse el traje Channel que llevaba cuando asesinaron a su marido, John F. Kennedy. Cuando le dijeron que le tenían preparada ropa limpia, ella contestó: “Voy a dejarme la ropa puesta. Quiero que todos vean lo que le han hecho". Incluso cuentan que se arrepintió de limpiarse las manchas de sangre de la cara.
5. En el Hospital de Parkland, en Dallas, Jackie se arrodilló junto a la camilla de su marido, sobre el piso manchado de sangre, donde trataban de salvarle la vida. Le besó los pies, las manos, el vientre y los labios. También trató de colocarle su anillo de oro, el cual sólo le llegó a la coyuntura del dedo meñique.
Jackie Kennedy, una vida marcada por el desamor y la muerte
6. Unas horas después de que su marido fue declarado muerto, Jackie, con la ropa manchada de sangre, asistió al juramento del vicepresidente Lyndon B. Johnson, a bordo del avión presidencial.
7. Tas el impresionante funeral de su marido, Jackie y sus hijos se mudaron rápidamente de la Casa Blanca a un inmueble en el barrio de Georgetown, en Washington D.C., pues la familia del nuevo presidente Lyndon Johnson, quería tomar posesión de la residencia cuanto antes.
Jackie y sus hijos, en el funeral de John F. Kennedy. (Foto: AFP)
8. Luego vinieron días de llanto incontrolable, encerrada en su habitación y sin querer recibir a nadie. Además debía consolar a sus hijos pequeños, especialmente a Caroline, de 6 años, que no entendía por qué había perdido a su padre.
9. Por las noches, Jackie Kennedy bebia vodka para poder dormir y olvidar por unas horas la tragedia en la que se convirtió su vida. Tenía terribles pesadillas de las que despertaba llorando y gritando.
10. Jackie Kennedy se refugió en el sacerdote McSorley, de Georgetown, a quien le confió que había pensado aliviar su sufrimiento a través del suicidio, pero después de visitar la caótica casa de Bobby y Ethel Kennedy, se dio cuenta que no podía dejar solos a sus hijos bajo el cuidado de sus tíos.
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