Fue un militar y hombre de guerra único. Se convirtió en una de las figuras históricas más importantes con las que nos podemos encontrar en cualquier libro de historia universal. Sí, hablamos de Napoleón I Bonaparte.
Nació el 15 de agosto de 1769 en Ajaccio, Francia. Fue bautizado como Nabulione y llamado Nabulio por su familia. Era de origen aristocrático y desde niño destacó por su carácter dominante; en su juventud fue un estudiante brillante, sobre todo en el área de las matemáticas.
En 1789, cuando apenas tenía 20 años estalló la Revolución y, tras ingresar como oficial de artillería, ascendió de cargo rápidamente hasta convertirse en comandante del Ejército francés en Italia. Fue general republicano durante la Revolución, luego cónsul y luego proclamado emperador de los franceses en 1804, así como Rey de Italia en 1805.
Era un auténtico dictador, pero hizo desaparecer los diezmos y otros privilegios feudales, al tiempo que impulsaba un nuevo código que consagró la igualdad d ellos ciudadanos ante la ley. Sus soldados lo llamaban “Pequeño Cabo”; los británicos “Boney” y las monarquías europeas se referían a él como “El tirano Bonaparte”, “El Ogro de Ajaccio” o “El Usurpador Universal”.
Pero no solo era conocido por sus estrategias militares, sino por su físico. Pues le faltaba un testículo y su pene medía unos 4 centímetros de longitud, el cual, fue comprado por un urólogo americano en 1997, por aproximadamente 4 mil dólares.
Respecto a su pose de la mano introducida en el chaleco, la cual vemos en múltiples de sus retratos, de sebe a la exquisita educación que recibió. Esta pose era común cuando se trataba de exaltar es estatus social del retratado.
Foto: AP Photo/Javier Galeano
Murió el 5 de mayo de 1891 y en De10.mx te revelamos algunas curiosidades sobre la vida de este militar francés ¡te va a sorprender!
No era tan bajito como pensábamos. Medía 1.68 metros, lo que representa la altura promedio de la época. Aunque siempre se hacía acompañar de sus soldados más altos y robustos, tal vez esto ayudó a extender el mito sobre la altura.
Su mujer se llamaba Marie Josephe Rose Tascher de la Pagerie, pero al parecer a su marido no le gustaba, por lo que decidió nombrarla Joséphine de Beauharnais.
Se dice que siempre llevaba un pequeño envase con veneno atado a un collar, listo para suicidarse en caso de que sus enemigos lo atraparan. Pero el día que decidió usarlo, en 1814, no le hizo efecto, solo le provocó un intenso malestar estomacal.
“Francia. Ejército. Líder del ejército. Joséphine.”
Aparte de la ailurofobia, que es el miedo a los gatos, a este hombre no le gustaba que las puertas estuvieran abiertas. Cuando estaba en una habitación siempre las cerraba, de lo contrario, enloquecía.
Foto: AP Photo/Franklin Reyes
Hay historiadores que coinciden en que Napoleón era un adicto al trabajo, y que no dormía más de 4 horas diarias.
Amaba el pollo al horno con papas y cebolla, además, él creía que mientras se comía, debía reinar el silencio absoluto.
En ocasiones, Napoleón se vestía con atuendos simples o de gente pobre y salía a caminar por las calles. Visitaba tiendas y hablaba con las personas en la calle para saber si lo reconocían y así medir su popularidad.
Él estaba convencido de que su amada Joséphine le traía buena suerte, por eso llevaba un pequeño retrato de su esposa a cada una de las batallas a las que iba.
Actualmente, sus estrategias y métodos de guerra son estudiados en el ámbito militar y otros más, como ¡en la publicidad! Él es el creador de la frase “una imagen vale más que mil palabras”.
Con información de Vix y Muy Historia
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