El nombre de Andrés Escobar es sinónimo de tragedia y la violencia que sacudió a Colombia en la década de 1990. Nacido el 13 de marzo de 1967 en Medellín, Andrés creció en el barrio Calasanz y desarrolló una pasión temprana por el fútbol, influenciado por su hermano mayor, Santiago, quien también fue futbolista profesional. Tras destacar en la Selección Antioquia, Andrés se unió a Atlético Nacional, donde bajo la dirección de Francisco Maturana, se convirtió en una figura clave del equipo que ganó la Copa Libertadores en 1989. Su elegante estilo de juego y su compromiso social le valieron el apodo de "El Caballero del Fútbol".
En el Mundial de 1994, celebrado en Estados Unidos, Colombia tenía grandes expectativas. Sin embargo, el equipo fue eliminado tras una derrota por 2-1 ante el anfitrión, un partido marcado por el autogol de Andrés Escobar. Este error fue el detonante de una serie de eventos que culminaron en su asesinato. "La vida no termina aquí", escribió Escobar en una columna para el diario El Tiempo, reflejando su optimismo y deseo de superar el trágico momento.
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El 1 de julio de 1994, diez días después de la eliminación de Colombia, Andrés Escobar fue asesinado en Medellín. Aquella noche, se encontraba en la discoteca El Indio, cuando fue abordado por los hermanos narcotraficantes Pedro David y Juan Santiago Gallón Henao, quienes lo insultaron por su autogol. La situación se intensificó cuando el conductor de los hermanos, Humberto Muñoz Castro, disparó seis veces contra Escobar, quien murió poco después. El caso conmocionó al mundo del fútbol y puso en evidencia la extrema violencia que dominaba Colombia.
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Muñoz Castro fue arrestado rápidamente y condenado a 43 años de prisión por el crimen contra Andrés Escobar, pena que posteriormente se redujo a 23 años. En 2005, después de cumplir casi 12 años de su condena, Muñoz se acogió a un beneficio extracarcelario y fue liberado. Los hermanos Gallón, por su parte, fueron condenados por encubrimiento a 15 meses de prisión, pero tras pagar una fianza, cumplieron menos de tres meses.
El asesinato de Escobar generó diversas especulaciones. Se dijo que fue víctima de una mafia de apostadores que perdieron dinero con la eliminación de Colombia o que fue una represalia del mundo del narcotráfico, aunque la realidad es que su muerte reflejó el oscuro vínculo entre el fútbol y el crimen en Colombia. El país, en esa época, estaba profundamente afectado por la violencia de los carteles de la droga, liderados por figuras como Pablo Escobar. El fútbol no era ajeno a esta realidad, convirtiéndose en un terreno fértil para el lavado de dinero y una exhibición de poder por parte de los narcotraficantes.