El ambiente previo a los partidos de Copa Libertadores suele estar lleno de emoción y expectativa, pero en esta ocasión, la previa del encuentro entre Sao Paulo y Botafogo estuvo marcada por un accidente que pudo haber sido mucho más grave.
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Un dirigible que sobrevolaba la ciudad de San Pablo, contratado para promocionar el equipo local, se estrelló contra una casa, dejando un tripulante herido. El impacto ocurrió horas antes del crucial partido de vuelta de los Cuartos de Final, que se disputaría en el estadio Morumbí.
El dirigible, un modelo ADB 3-3 con matrícula PR-ZAD, mide 49 metros de largo y 17 de altura, y es capaz de alcanzar una velocidad de hasta 85 kilómetros por hora. Su propósito principal era desplegar mensajes de apoyo al San Pablo, con frases como “Torcida que conduce” y “Vamos, San Pablo” visibles en sus laterales. La idea era que este sobrevolara los alrededores del estadio durante el encuentro, sumando al ambiente festivo del evento. Sin embargo, el accidente dejó en evidencia el riesgo que corren incluso las actividades promocionales más planificadas.
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Las redes sociales se inundaron rápidamente de imágenes y videos que capturaron el momento del impacto. Aunque la velocidad del dirigible disminuyó durante el descenso, el choque generó tensión y desmanes en las calles aledañas. El incidente no solo puso en peligro a los tripulantes, sino también a las personas que se encontraban cerca de la zona del accidente. La rápida viralización de las imágenes fue una muestra del impacto mediático del suceso, y dejó claro que la situación pudo haber tenido consecuencias mucho más serias.
Afortunadamente, el accidente no afectó directamente el desarrollo del partido, que estaba programado para las 21:30 en el estadio Morumbí. El dirigible formaba parte de los preparativos para ambientar el duelo, pero tras el incidente, la posibilidad de que sobrevolara el estadio quedó completamente descartada.
El partido entre San Pablo y Botafogo tenía a los fanáticos expectantes, especialmente tras el empate sin goles en Río de Janeiro. Ambos equipos buscaban asegurar un lugar en las semifinales de la Copa Libertadores, donde el vencedor se enfrentaría al ganador del enfrentamiento entre Peñarol y Flamengo.
Al final, Botafogo selló el pase a la ronda de las semifinales a través de la vía de los penales por 5-4 en el estadio Morumbí.