La ceremonia de apertura de los Juegos Olímpicos de París 2024 comenzó con una inauguración verdaderamente única, marcada por la impresionante vista del desfile de embarcaciones de los países participantes navegando a lo largo del río Sena.
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En un ambiente caracterizado por nubes grises y una lluvia persistente, el inicio del evento logró brillar con una alegría inquebrantable que reflejaba el espíritu olímpico.
El río Sena, que serpentea a través del corazón de la ciudad francesa, se convirtió en el escenario de un desfile vibrante y emocionante.
Las embarcaciones, decoradas con los colores y símbolos de las naciones representadas, se deslizaban suavemente por las aguas, llevando consigo no solo a los atletas y delegaciones, sino también un mensaje de unidad.
A pesar del clima lluvioso y las nubes que cubrían el cielo parisino, el ambiente en las orillas del Sena estaba lleno de entusiasmo y celebración.
Los espectadores, protegidos bajo paraguas y abrigos, no dejaron que la lluvia apagara su entusiasmo.