El descontrol se desató en los Juegos Olímpicos de París. Por unos momentos, Argentina disfrutó de un empate ante Marruecos. Sin embargo, una hora y media después de que terminara el partido, sucedió algo histórico: el duelo se reaunudó a puerta cerrada.
El gol que le había dado el empate a Argentina, durante los quince polémicos minutos que se le agregaron al compromiso, quedó anulado. A instancias del VAR, una hora más tarde, el tanto que Cristian Medina logró al minuto ciento seis quedó obsoleto, derivando en el triunfo (2-1) de Marruecos.
Y es que, momentos antes, la Selección Argentina Sub-23 sufrió ante el conjunto marroquí. A los noventa minutos de juego, el árbitro Glenn Nyberg agregó quince y con ello, Argentina rescató el agónico empate.
Sin embargo, esto desató la furia en las gradas. El duelo quedó "suspendido", sin dar explicaciones oficiales. Sólo se invitó a que los presentes abandonaran el estadio Geoffroy-Guichard de Saint-Etienne.
Ya con el recinto vacío, casi dos horas después de "finalizado" el partido, se jugaron tres minutos más; dictaminando que Medina tuvo una posición adelantada durante su tanto.
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