Para protestar contra el feminicidio, la violencia, la explotación laboral y la desjerarquización de las mujeres este 8 de marzo, los colectivos feministas más importantes en América y el mundo planean plantarse fuera de sus centros de trabajo, dejar sus labores y voluntariamente manifestarse contra los problemas que aquejan al grupo.

“Si nuestro trabajo no vale, produzcan sin nosotras”, es la propuesta del Colectivo Ni una Menos que opera en Latinoamérica, en una protesta que se prevé histórica, grupos feministas de Australia, Bolivia, Brasil, Chile, Costa Rica, República Checa, Ecuador, Inglaterra, Francia, Alemania, Guatemala, Hondruras, Islandia, Irlanda del Norte, República de Irlanda, Israel, Italia, México, Nicaragua, Perú, Polonia, Rusia, Salvador, Escocia, Corea del Sur, Suecia, Togo, Turquía, Urugua y EEUU han confirmado su participación al retirar la presencia femenina de oficinas, comercios, fábricas y cualquier empleo.

La protesta se comenzó a gestar en Argentina con la marcha Ni Una Menos del 19 de octubre de 2016, cuando las mujeres se manifestaron contra los asesinatos en el país, además del apoyo en el colectivo Women's march que abarrotó Estados Unidos un día después de la toma de protesta del presidente Donald Trump.

La protesta internacional se inspira en "El día libre de mujeres" de las islandesas de 1975, cuando el 90% de las ciudadanas abandonaron sus puestos de trabajo el 24 de octubre de ese año para protagonizar una manifestación multitudinaria por las calles del país y marcar un punto de inflexión en la lucha de la igualdad de derechos.

#UnDíaSinMujeres, la protesta para conmemorar el 8 de marzo
#UnDíaSinMujeres, la protesta para conmemorar el 8 de marzo

La marcha tiene eco en un nuevo movimiento feminista internacional con una agenda expandida, anti-racista, anti-imperialista, anti-heteronormativo y anti-neoliberal que busca, sobre todo, manifestar su rechazo a la presidencia de Trump en Estados Unidos.

Las activistas quieren distanciarse de unos últimos años marcados por el marketing del falso empoderamiento y la dominación del corporativismo feminista.

Una vertiente que ha dominado la conversación cultural, vitoreada incluso en los medios, y que ha estado empeñada en fabricar a lideresas con proclamas publicitarias a través de “ideólogas” como Sheryl Sandberg y otras CEO del mercado.

Estas mujeres están tratando de dejar el feminismo falso y luchar por las mujeres para que tengan mejores derechos reproductivos, laborales, y políticas que defiendan una mejora en sus condiciones de vida.

Con información de 

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