La mayoría de nosotros tenemos la idea de que en el pasado, todas las familias eran muy conservadoras y cuadradas. Hasta cierto punto es algo normal, pero hay historias de épocas pasadas que rayan en la locura y te erizan la piel.
Tal es el caso de Blanche Monnier, una joven de la aristocracia francesa de finales del siglo XIX. Ella fue una niña tímida, insegura y llevaba una relación complicada con su madre, por lo que tuvo constantes problemas de anorexia. Su padre había muerto años antes.
A sus 25 años, era una chica con un futuro brillante, pero cometió un gran error, al menos para su familia: se enamoró de un abogado, quien era mayor que ella y pobre.
Su madre, al ver que el futuro de su hija estaba en riesgo, tomó la decisión de encerrar a Blanche en el ático de su casa para que se olvidara de ese amor. Era el año de 1876 y para la sociedad, Monnier había desaparecido misteriosamente, sin dejar rastro.
Al no encontrar pistas de su paradero, la policía cerró el caso. Sin embargo, 25 años después, las autoridades recibieron una carta anónima donde se explicaba, con detalles, el encierro que sufría la joven.
La carta decía: “Señor fiscal general, tengo el honor de informarle de un acontecimiento excepcionalmente serio. Me refiero a una solterona que está encerrada en la casa de la señora Monnier, casi muerta de hambre, y que ha vivido sobre basura podrida durante los últimos 25 años. Es decir, sus propios desechos”.
La policía no daba crédito, pues la familia Monnier tenía una reputación intachable. Aún así realizaron una inspección en la casa, donde encontraron una puerta cerrada con llave. Al abrirla, lo primero que percibieron fue un hedor insoportable.
Ahí encontraron a Blanche, una mujer de 49 años de edad que pesaba sólo 25 kilos, rodeada de cucarachas, sobras de comida y excremento.
La señora Monnier confesó todo, fue arrestada y murió 15 días después. Blanche fue internada en una clínica psiquiátrica, donde murió en 1913, tras ser víctima de uno de los hechos más macabros de los últimos tiempos. Hasta ahora, no se sabe quién envió la carta a la policía.
Blanche Monnier, en el hospital psiquiátrico
Como en una historia de terror ¿no?
Con información de El Confidencial y Panamericana.pe