En el reciente maratón de la ciudad de Chicago del pasado domingo 12 de octubre, corrieron cientos de mexicanos entre los 40 mil participantes del evento.

Algunos que viven en Illinois y otros estados de la Unión Americana. Otros y otras que viajaron de México para este “Major” que se ubica entre los  y Tokio desde el año pasado.

María Ramos Padilla fue una de las mexicanas. Vive en el Distrito Federal y en entrevista nos contó su experiencia y el gran éxito que obtuvo.

La intención de esta nota para , con la ayuda de María, es motivar a las mujeres a experimentar los beneficios del ejercicio, de la disciplina del deporte, de moverse, de ponerse grandes metas y de la satisfacción de cumplirlas.

Viajar, verse bien, estar sana, ser querida y admirada por amigos y familiares son beneficios adicionales para corredoras y deportistas.

María corrió su segundo maratón en Chicago. El primero fue en 2012.

Viajó de la Ciudad de México. Primero a Washington y luego a Chicago, donde se hospedó con familiares. Como todos los maratonistas mexicanos que corren en Estados Unidos, nos cuenta  que el principal problema logístico es el hospedaje. Para ella sus primas de Chicago, a quienes llama su hermosa familia internacional,  son una bendición.

María, quién está por cumplir 33 años, no es una maratonista “profesional”. Corre por placer, por cuidar su salud y porque le gusta, lo disfruta.

Este domingo hizo un tiempo de 4 horas con 36 minutos. Es decir, corrió cada uno de los 42 kilómetros en un promedio de 6 minutos con 30 segundos. Cabe destacar que durante 15 semanas de entrenamiento, María corrió 711 kilómetros; y en la semana que más distancia corrió, acumuló 62 kilómetros.

fueron los kenianos Eliud Kipchoge  y . Él con un tiempo de 2 horas, 4 minutos y 11 segundos, tuvo su primera victoria en un “Major”. Ella, con un tiempo de 2 horas, 24 minutos y 35 segundos, fue su cuarta victoria en un Gran Maratón; ha ganado el de Boston tres veces.

“Cuando yo llegué a la meta ellos ya se habían bañado, desayunado y celebrando”, nos cuenta con risas María.

Mi orgullo no es el tiempo que hice, sino haber llegado a la meta, y haber llegado bien, nos dice.  Hice seis minutos más que en 2012 pero llegué mucho mejor. Sin dolores fuertes, sin la rabia que te produce lo que los maratonistas llaman “la pared”, pues esta carrera no la sufrí, toda la gocé. De eso se trata, afirma.

Nos cuenta que su entrenador Francisco Frías y su equipo de corredores de , fueron fundamentales para lo que logró en este maratón. “Todos los mexicanos que entrenamos con Francisco y que fuimos a Chicago completamos los 42 kilómetros del recorrido”. Grace Cohen fue la mujer del equipo que obtuvo la mejor marca con 3 horas 47 minutos.

Francisco no fue a Chicago, pero con la App del maratón, pudo seguir a tiempo real el recorrido y el rendimiento de cada uno de su equipo.

Valió la pena el arduo entrenamiento de meses, pararse a las seis de la mañana, cuidar la alimentación, moderar las fiestas, correr en el sope, en el Ocotal, en La Pila, en el Nevado de Toluca, en diversas carreras previas como la del Maratón de la Ciudad de México, resalta.

¿Qué puntos destacas de este maratón y como lo comparas con tu reciente experiencia del maratón de la Ciudad de México? Le preguntamos:

La organización es de primer nivel, nos dice. El de la Ciudad de México cada vez es mejor. Pero le falta mucho para llegar a ser lo que es Chicago.

Es fundamental, explica el apoyo de grandes patrocinadores. El de Chicago tiene por ejemplo al Bank of America como gran soporte. Pero también destaca la presencia de grandes marcas como Gatorade, Power Bar y New Balance.

Bueno, hasta de la cerveza que te dan en la meta para ayudar a hidratarte es algo que deberíamos aprender. Y, en efecto, la cerveza es un ícono y una bendición para los que llegan a la meta después de recorrer más de 42 mil metros.  Claro, esta empresa tiene su origen en Chicago, por lo que apuesta y gana con gusto por el maratón de su Ciudad.

Los voluntarios  y los habitantes de Chicago son otro de los factores que hacen grande a este Maratón, nos cuenta María Ramos. No deja de haber en ningún tramo de la carrera, voluntarios y gente que te apoya y te anima de forma muy entregada.

Aparte del agua e hidratantes que sistemáticamente te ofrece el patrocinador Gatorade cada dos o tres kilómetros, los voluntarios y los habitantes de Chicago te ofrecen “kleenex”, vaselina, barras y gomas energéticas, Además de gritos, porras y banderas que te hacen sentir bien todo el trayecto.

Ah, se queja siempre con buen humor, ahora nos faltaron los mariachis que la comunidad mexicana llevó en la edición de 2012.

Los corredores que portaban camisetas con causa son otro de los grandes aspectos que caracterizan a los corredores de este maratón. María  nos cuenta que vio a miles de personas apoyando la lucha contra el cáncer, a favor de la gente con autismo, contra el Sida, contra el hambre. “Son personas con gran disciplina para el deporte, pero que aparte corren para promover la salud y la ayuda humanitaria”, señala.

María no cree volver a correr otro maratón. Es demasiado el sacrificio y el esfuerzo, dice.

“Pero luego pienso, como en las imágenes virales de la  Rana René, en correr por las calles de Nueva York, de Berlín, de Londres, la Ciudad de México y a lo mejor luego se me pasa y vuelvo a correr”, afirma.

Y más porque uno recibe infinidad de muestras de apoyo y cariño de tus familiares y amigos: María llegó el martes a México y fue recibida con mantas, flores, mensajes, regalos, decenas de “likes” y felicitaciones en su página de Facebook. “Todo esto genera una gran luz y energía que es maravillosa”, concluyó.

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