Por: Psic. Monserrat López Lugo

En un museo existe un cuadro llamado “Recámara de Arles”, del famoso pintor Vincent Van Gogh (1853–1890). En él, dibuja una recámara con dos sillas, dos cuadros, dos ventanas y dos puertas. Lo que pocos saben acerca de esta famosa pintura, es que por ese tiempo su amigo y también pintor Paul Gauguin (1848-1903), planeaba mudarse a vivir con él. Con frecuencia, los dibujos nos dicen muchas cosas de la personalidad y el estado emocional del que lo pinta. ¿Qué pasa entonces respecto a los dibujos de los hijos?

Los dibujos son un lenguaje no verbal que comunican emociones e ideas. Incluso, las letras del abecedario que utilizamos son dibujos. Los dibujos son un medio para que conozcas  a tus pequeños y sepas qué es lo que no están logrando expresar verbalmente.

A través de sus crayones, los niños intentan inicialmente copiar su entorno y conforme crecen el tema va cobrando mayor importancia. Es por ello que no conviene dejarse llevar únicamente por la apariencia general del dibujo, sino que también es importante observar cada detalle:

  1. Los comentarios que hace el niño al respecto de lo que está dibujando. Puede ser que la historia modifique por completo la perspectiva que uno le estaba dando.
  2. Sus expresiones durante la ejecución del dibujo. Hacer trazos bruscos que arruguen o, incluso, rompan la hoja de papel, puede significar disgusto.
  3. Si frecuentemente pinta gestos tristes o caras enojadas, puede ser que él mismo se sienta así. Los dientes pueden significar agresión.
  4. Los colores que utiliza. Normalmente a los niños se les incita a utilizar colores claros y alegres. Si predominan colores fuertes y oscuros, habrá que ver si es porque el tema del dibujo lo requiere o, si es algo que se repite en todos los dibujos que realiza.
  5. Los símbolos, ya sean religiosos, publicitarios, sexuales o incluso sangrientos. Antes de darles un motivo, se aconseja preguntarles qué es lo que para él significan o dónde los vio antes.
  6. Si existen carencias en el dibujo. En el caso de un niño pequeño, es común que dibuje garabatos pero si es mayor a  4 años, podría tratarse de deficiencias en su desarrollo.

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Ante esto, piensa que los dibujos no significan lo mismo en todos los niños ni en todas las culturas. También dependerá de la etapa de desarrollo en el que se encuentran… hay edades de rebeldía, aislamiento, apego, egoísmo, etc. De ahí la importancia de mantener un diálogo continuo con tus hijos.

En caso de encontrar un dibujo con escenas violentas o sexuales, háblalo con ellos y no los regañes por expresarse. Llamar su atención podría inhibirlos de una actividad que para ellos es placentera y está llena de beneficios para su desarrollo, como desarrollar su inteligencia, creatividad, autoconocimiento, percepción, desarrollo neuromuscular y descarga de emociones.

Si descubres indicios de enojo, tristeza o cualquier malestar de manera frecuente, te recomiendo que lo lleves con un experto, para que no sea uno mismo quien saque una conclusión precipitada. Como madre, tu tarea será detectar cualquier irregularidad, y la del experto corroborarla. Puedes acudir con un psicólogo para que por medio de distintas evaluaciones descubra qué está sucediendo.

Por: Psic. Monserrat López Lugo

Clínica de Asistencia de la Sociedad Psicoanalítica de México (SPM).

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