Generalmente, piensa que los orgasmos masculinos se tienen cuando se eyacula, lo cual suele ser así, pero no de manera forzosa, pues, en el caso de los hombres, el orgasmo y la eyaculación son cosas diferentes.

Según información publicada por , a pesar de que estos momentos van de la mano, el hombre no necesita eyacular para llegar al orgasmo, por lo que a todos aquellos que consiguen alcanzar más de uno es a través de los llamados “orgasmos secos”, pues se llega al clímax sin la expulsión de semen.

Ya por allá de 1986, William Hartman y Marilyn Fithian publicaron un polémico libro en el cuál hablaban sobre el tema, sin embargo fue hasta que el “” publicó varias investigaciones al respecto, cuando las cosas comenzaron a ser de interés tanto para ellos como para las féminas; y es que en uno de estos estudios, uno de los participantes logró alcanzar nada más y nada menos que ¡6 orgasmos en un periodo de 36 minutos!, todo esto, por supuesto, sin perder la erección.

Sí, suena bien ¿cierto? Sin embargo, el hilo negro del tema no es otra cosa más que el hecho de conseguir los multiorgasmos masculinos.

Según menciona el portal los sexólogos Douglas Abrams y Matak Chia, autores de “” han desarrollado estrategias y mecanismos que permiten retrasar el orgasmo. La mayor parte de estas técnicas incluyen el autocontrol y fortalecimiento de los músculos pélvicos o pubococcigeos, que son los que se tensan cuando se alcanza el orgasmo, sostienen la vejiga y ayudan a controlar la orina; por lo que los , son ideales para ellos también.

Es por eso que este mismo portal ha publicado una breve guía para quienes deseen reforzar su zona genital, la cual consta de 4 pasos y te presentamos a continuación:

  1. Encuéntralos: Una de las grandes dificultades es averiguar dónde se hallan exactamente estos músculos que queremos reforzar. Podemos hacerlo deteniendo la micción de repente o fijándonos en qué zona se tensa cuando retenemos nuestros gases.
  2. Aprende la técnica: Los ejercicios Kegel consisten en tensar dichos músculos, mantener el esfuerzo entre unos 3 y 5 segundos y luego relajarse. Es necesario repetir el proceso varias veces, entre 10 y 20. Se pueden realizar de pie, andando o acostados, pero los expertos recomiendan practicarlos por primera vez en la cama. La sexóloga y autora de “Sex Yourself” Carlyle Jansen propone una divertida alternativa en ‘Alternet’: poner una toalla encima del pene erecto y ver cómo asciende y desciende al ritmo de la tensión de nuestros músculos.
  3. Concéntrate: En el proceso no debes dejar de respirar ni apretar los músculos del estómago, los muslos o el trasero, mientras practicamos el ejercicio y que provoca que lo hagamos mal. Mientras realizamos los ejercicios Kegel, debemos respirar normalmente.
  4. Repítelo tres veces al día: Es necesario llevarla a cabo regularmente. La fórmula ideal, es realizar 10 repeticiones en 3 distintas ocasiones en el transcurso del día.

Así que ya saben ¡A empezar a prácticar!

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