Hay quienes dicen que las relaciones de pareja son muy complicadas, pero en realidad no lo son tanto. Efectivamente, el amor y sus misteriosos caminos no son sencillos, pero lo último que debes hacer es comparar tu relación con la de tu amiga o la de algún familiar… ¡todas son distintas!
Todos somos diferentes y, por ende, cada relación amorosa es única. Si hay una buena comunicación y libertad, será sencillo hacer que las cosas funcionen; pero si falta alguno de esos elementos, será difícil comunicarse para lograr acuerdos y hacer que las cosas fluyan.
Para los expertos, como la Dra. Nilda Chiaraviglio, las relaciones amorosas son mucho más fáciles de lo que creemos, lo importante es saber por dónde empezar a entenderlas, es por ello que respondió algunas preguntas recurrentes sobre el amor para invitarte a reflexionar al respecto:
Amar es un verbo, una capacidad humana, un trabajo a realizar… se trata de acciones que para mí signifiquen amar. Cada persona ama de manera distinta, porque todos tenemos una historia de vida diferente así que lo que debemos saber es cuál es nuestra oferta de amor y cuál nuestra demanda; debemos identificar qué es aquello que nos hace sentir amados.
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Ahora que ya sabes cuál es la oferta y demanda de amor, tanto tuya como de tu pareja, hay que hacer un análisis de compatibilidad. Si las ofertas de uno coinciden con las demandas del otro, entonces son compatibles, pero si no lo son, es mejor buscar en otro lugar.
Una relación de pareja se construye en el tiempo, en el día a día, tú eliges estar con la otra persona, así que claro que es un compromiso.
Hay tres acuerdos de los que debes hablar con tu pareja: cómo vas a vivir la sexualidad, cómo van a manejar el dinero y cómo manejarán los vínculos con la familia de origen. No se trata de una negociación en la que cedes para perder lo menos posible, en un acuerdo hay un diálogo abierto que da como resultado lo mejor para ambos. Un acuerdo no es una camisa de fuerza ni detiene la evolución del ser humano; si te sientes incómodo, hay que replantear las cosas.
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Sí; somos nuestra propia historia de vida, pero ten en cuenta que no podemos vivir del pasado y que la vamos elaborando y resignificando a diario. Quien eres hoy es responsabilidad tuya, no de aquellos que te criaron. Suelta el pasado para poder modificar y reelaborar tu historia de vida, recuerda que cada día es el primer día del resto de tu vida.
La capacidad o incapacidad de confiar en tu pareja
La sociedad es parte de nuestra construcción personal y determinan la ética (lo bueno y malo), la estética (lo bonito y lo feo) y la lógica (lo correcto e incorrecto). No podemos quedarnos fuera de la cultura, pero podemos elegir entre someternos a sus reglas o elegir las que son útiles para nuestra evolución.
Hay cuatro parámetros: la jerarquía (yo soy tu autoridad o yo me someto); la confrontación (yo tengo la razón o tú la tienes); la competencia (yo soy más que tú o menos) y la exclusión (si tu no piensas como yo te deshecho). Si reflexionamos sobre ellos sabremos qué tan libres somos.
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El modo convencional de construir las relaciones de pareja y de familia dejó de ser funcional al resto de la evolución, por eso las personas empiezan a encontrar modelos alternativos de relacionarse.
Ha existido desde el origen del ser humano. En nuestra cultura, el poliamor implica cambiar el concepto de amor que tenemos y el concepto de relación de pareja, pues en realidad significa amar a varias personas al mismo tiempo. El amor, al ser una capacidad del ser humano, puede expandirse al infinito.
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Porque vemos el amor como algo finito que tenemos que “repartir”. Por ejemplo, si lo vemos como si fuera un queso: Si yo soy tu pareja y te doy el 100% de mi amor, pero después te digo que también amo a alguien más, entonces tú me vas a decir “porqué me quitaste un pedazo de mi queso” y ese alguien también me dirá eso, eso genera conflictos. Si lo viéramos como una capacidad a desarrollar, podrías amar a varias personas al 100%, sin necesidad de “repartir” el amor.
Un gran porcentaje del mundo swinger tiene una monogamia absoluta en todas las áreas de la vida, excepto en la sexualidad con otras personas y generalmente lo ocultan porque el resto de su vida no está construido con esta libertad.
Con información de Women’s Health.
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